8 buenas razones para viajar a Francia en primavera

Si el regreso de la primavera hace florecer tus deseos de viajar, ¡viaja a Francia! Nunca es tan bella como en esta época del año, en la que puedes disfrutar de los suaves rayos de sol en las terrazas, pasear por los parques y jardines en plena floración, y dar un tranquilo paseo por la orilla del mar, la montaña o el campo mientras disfrutas de los días más largos. Grandes exposiciones y alegres festivales figuran también en el programa. Un programa ideal para despertar los sentidos antes de la gran afluencia estival.

Disfrutar del buen tiempo sin aglomeraciones

En Francia, de Bretaña a la Costa Azul, de Normandía al País Vasco, de la Bahía de Somme a Córcega, sin olvidar las calas de Provenza o la gran Duna del Pilat en la bahía de Arcachon, no te faltarán opciones para disfrutar de los placeres del mar. Del Atlántico al Mediterráneo, los paisajes costeros están salpicados de pequeños puertos, largas playas de arena y calas encantadoras. En primavera, no hay bosques de sombrillas ni alfombras formadas por toallas en el horizonte... El panorama es todo suyo, para disfrutarlo durante un vigorizante paseo por un sendero del litoral o un picnic gastronómico, en total intimidad.

Con el suave clima primaveral, incluso el bullicio de las ciudades francesas puede saborearse con mayor placer. En los grandes bulevares o a orillas del Sena en París, en el Vieux-Port de Marsella, en las callejuelas y traboules del Vieux Lyon y en todos los lugares patrimoniales, el aire parece más ligero y las visitas se hacen sin prisas... ¡Justo como nos gusta!

Asistir al despertar de la naturaleza

¿Te alegra el corazón la primavera y sientes un hormigueo en los pies? Con 22.800 kilómetros de ciclorutas y vías verdes, 3.000 circuitos de bicicleta de carretera y de montaña, 11 parques nacionales, 58 parques naturales regionales y 180.000 kilómetros de senderos señalizados, Francia te invita a hacer una escapada en la naturaleza. Con el regreso del buen tiempo y unas temperaturas ideales para pasear, al montar en bicicleta, a caballo o en velero, estarás en primera línea para ver salir gamuzas y marmotas en los Alpes o los Pirineos, para contar volcanes dormidos en Auvernia en medio de praderas sembradas de narcisos, para recoger ajos de oso en los Vosgos o en Normandía entre sotobosques azules perfumados con el embriagador perfume de los jacintos silvestres, o para atravesar esclusas floridas en los hermosos canales de Alsacia, Borgoña y Bretaña. Hay muchos itinerarios apacibles e inspiradores para despertar todos tus sentidos en armonía con la naturaleza.

Saborear los productos de temporada

Tiernos guisantes, sabrosos espárragos, patatas y zanahorias nuevas, habas, crujientes rábanos y rollizas ensaladas... ¡La primavera es tiempo de celebración en el huerto! Atrás quedan los platos contundentes del invierno, ¡viva el verde y los bellos mercados con sus puestos generosos y apetitosos! Place des Lices en Rennes en Bretaña, en el barrio de Wazemmes en Lille en Altos de Francia, en Sarlat en el Périgord, Cours Saleya en Niza o bajo las Halles de Narbonne en Occitanie, bienvenidos al País de Jauja.

En Francia, cada región, cada ciudad, cada pueblo tiene un gusto por la gastronomía y cultiva el placer de compartir recetas sublimadas por los productos locales. Cada vez son más los chefs y restaurantes que juegan a esta cocina de mercado que respeta los circuitos cortos y el ciclo de las estaciones. ¿Has dicho locavore? ¡Sí! y lo mejor, entre las nuevas direcciones, Fleur de Loire (Enlace externo) , el restaurante con estrella Michelin de Christophe Hay, a dos pasos del Castillo de Chambord. Con su gran huerto de permacultura (y su increíble plantación de 50 variedades de espárragos), la primavera estalla de sabor.

Revolotear en parques y jardines en París y su región

Plazas en casi cada esquina, grandes jardines elegantes y románticos, el Bosque de Boulogne, el Bosque de Vincennes... Con más de 400 parques y jardines, ¡París es la capital más arbolada de Europa! En primavera, es un florecer de verdor y de tantos lugares para paseos o escapadas bucólicas, entre un día de compras y una visita a un museo. ¿Si tienes que elegir? Entre el Louvre y la plaza de la Concordia, los parterres del Jardín de las Tullerías acogen cada año el magnífico "Jardin, Jardin" (Enlace externo) .

La primavera es también la mejor estación para una escapada a Versalles donde se puede descubrir el Huerto del Rey, a dos pasos del castillo, con su más bella exposición de verduras y frutas. Del mismo modo, una excursión primaveral a Giverny, en Normandía, es el colmo de la felicidad. Los jardines de Claude Monet rebosan de color y aromas. Y, por supuesto, el Valle del Loira y sus hermosos castillos, de Chambord a Chenonceau, de Azay-le-Rideau a Villandry, son una apoteosis, ya que el arte de los jardines se muestra majestuoso a partir de abril.

Respirar el aire fresco en la montaña

¿Y si probaras la montaña en primavera? Para los esquiadores, la nieve suele seguir ahí, con la seguridad de un sol óptimo y días más largos. Las estaciones de los Alpes, pero también de los Pirineos, los Vosgos y el Jura se encargan de las fiestas (conciertos, exposiciones, gastronomía, salidas a granjas, encuentros con artesanos y su saber hacer...), y también de los precios, que se vuelven casi tan suaves como las temperaturas en abril y mayo.

Para todos, es la ocasión de disfrutar de la tarde en las terrazas cuando las estaciones ya toman un poco de aire estival. Por todas partes huele a hierba fresca y a flores a punto de asomar en la nieve. No hay mejor estación para respirar aire puro mientras el invierno y la primavera se pasan el testigo entre las actividades en la naturaleza y el esquí alpino. Algunas estaciones de gran altitud, como Val Thorens, juegan sobre seguro manteniendo abierto su dominio esquiable hasta principios de mayo.

Tomarse el tiempo para cuidarse

Los días grises y fríos quedan atrás, ¡es hora de salir del refugio invernal! Para reanimar los cuerpos entumecidos y recuperar energía y vitalidad, Francia es un destino de bienestar ideal. A lo largo de sus 2.000 kilómetros de costa, combina la primavera con el océano en una cincuentena de centros de talasoterapia con instalaciones de vanguardia. En la costa atlántica, de Bretaña al País Vasco, el buen tiempo invita a dirigirse a Saint-Malo, Quiberon, La Baule, Pornic o Saint-Jean-de-Luz para curas y tratamientos de puesta en forma a precios más bajos que durante el resto del año.

¿Prefieres el spa acogedor de un hotel con encanto o de un palace? Francia cuenta con un sinfín de bellas direcciones para satisfacer tus deseos. Sólo en París, el Ritz Club &Spa Sense, A Rosewood Spa del Hotel de Crillon o los spas del Mandarin Oriental, el Four Seasons George V o el Lutetia son los mejores. Un renacimiento del cuerpo y del espíritu que también puede disfrutarse, en armonía con los primeros brotes, en las Sources de Caudalie, en los viñedos cercanos a Burdeos, o en las alturas, en los Alpes, en Courchevel.

Prolongar las tardes en la terrazas

Equinoccio de primavera el 20 de marzo, paso del horario de invierno al de verano en la madrugada del 31 de marzo de 2024... No hace falta ser un especialista para comprender que los días serán cada vez más largos. Una época ideal para practicar el ritual que tanto gusta a los franceses: acomodarse en las terrazas de cafés, restaurantes, bistrós, en las calles, en las plazas para dar la bienvenida a los primeros rayos de sol y entretenerse disfrutando de las suaves tardes primaverales.

¿Una buena idea? Tomar altura para sentir las buenas vibraciones de los hermosos días. En París y en toda Francia, los rooftops han florecido en los últimos años. Entre los nuevos lugares estrella que no hay que perderse esta primavera: el Sky bar del nuevo TOO hotel, en lo alto de las Torres Duos, para tener París a tus pies o, en la azotea de la Samaritaine, el acertadamente bautizado Tout Paris y su encantador jardín desde el que se divisa Montmartre, la Torre Eiffel, Notre-Dame y la columnata del Louvre.

Saciarse de cultura en exposiciones y festivales

En Francia, la cultura se celebra al ritmo de las cuatro estaciones, pero en primavera regresan los festivales, con el acertado nombre de Printemps de Bourges como pistoletazo de salida. También hay jazz bajo los manzanos en Normandía, y en París, "We Love Green" se tiñe de verde en el Bois de Vincennes.
En la Costa Azul, el cine será el protagonista con el Festival de Cannes, mientras que en el ámbito de las exposiciones, la primavera parisina promete encuentros excepcionales: "Los Orientalistas" en el Atelier des Lumières, "Robert Ryman" en el Museo de la Orangerie, "Vertiges" en la Bolsa de Comercio y "París 1874, la invención del Impresionismo" en el Museo de Orsay con motivo del 150 aniversario del Impresionismo en 2024. También aprovechamos las suaves temperaturas para celebrar grandes acontecimientos deportivos: el legendario Maratón de París y el Abierto de Francia de tenis en Roland-Garros. Una buena forma de celebrar la primavera.