Los bosques del Valle del Vézère esconden una concentración importante de sitios y yacimientos prehistóricos. Catorce de ellos están clasificados al patrimonio mundial de la UNESCO, desde 1979. Otros como el Regourdou, Bara-Bahau y Castel Merle están clasificados Monumentos Históricos. Por su entorno preservado, a este valle le han otorgado la etiqueta oficial francesa de Grand Site de France en 2020. Esta ruta en coche tiene como punto de partida Montignac.
MONTIGNAC
Habitado desde el Paleolítico, la ciudad de Montignac se expande en la Edad Media con la construcción de una importante fortaleza defensiva. Hoy en dia, es famosa por el descubrimiento en su territorio de las cuevas de Lascaux en 1940.
El río Vézère separa la ciudad en dos: al norte, la ciudad guardó su encanto medieval con callejones estrechos, casas sobre pilotes,… En el muelle Mérilhou, plaza Carnot,… tiene lugar el mercado los miércoles y sábados por la mañana.
En cuanto a la orilla sur, se descubre un priorato, muelles acondicionados y un convento transformado en sala de exposiciones.
Día 1 - Montignac y sus alrededores
Es imprescindible visitar el Centro Internacional del Arte Parietal Montignac Lascaux o Lascaux IV. Ubicado en la colina dónde se descubrió la cueva original, este monumento contemporáneo alberga la réplica integral de la cueva de Lascaux, la capilla Sixtina de la Prehistoria, así como salas de exposiones sobre el tema.
Cerca de allí, en Thonac, el Parque del Thot te permitirá profundizar tus conocimientos sobre la Prehistoria: del arte prehistórico a la fauna en la época de los Cromagnon (existe un billete válido para las dos entradas Lascaux).
Quienes prefieran los palacios deben visitar el Castillo de Losse. Si las murallas y la parte más defensiva son de origen medieval, el edificio con mobiliario de época es de estilo renacentista (del s.XVI). Jardines y una elegante terraza desde la que se domina el rio Vézère, completa la visita.
Si la sed por castillos no está aún satisfecha, en Aubas, el Castillo amueblado de Sauvebeauf, de estilo Luis XIII, también se puede visitar. Tiene una particularidad: sus bodegas abovedadas albergan una de las mayores colecciones privadas de la Prehistoria del mundo.
Día 2 - Jardines notables y pueblos pintorescos
Sigue la ruta hasta Terrasson, "ciudad-jardín" que ofrece un agradable paseo en su centro histórico: entre las échoppes o tiendas con escaparate retro dedicadas a artesanos y la visita de los ineludibles Jardines de lo Imaginario. Presentan escenografías que invocan los elementos y los sentidos para contar la historia de la Humanidad.
Cuando vuelvas tras tus pasos, cambias de camino para detenerte en pueblos con carácter para descubrir un patrimonio arquitectónico excepcional: Coly-Saint Amand, pueblo clasificado "más Bellos de Francia ", atesora una iglesia fortificada de la época románica, el pintoresco pueblo de Saint-Geniès y su castillo-restaurante. Una parada en el Manoir de la Cypierre en Saint-Crépin-et-Carlucet, pequeño castillo (de los siglos XV y XVI), habitado todo el año por las propietarias que estarán encantadas de hacerte descubrirlo.
O también puedes pasar la tarde en los Jardines del Manoir de Eyrignac en Salignac Eyvigues. En estos jardines se encuentran las representaciones más bellas del arte topiario en Francia con una colección única de más de 300 formas de esculturas vegetales y 50.000 plantas de tejos, boj y carpes.
Día 3 - Les-Eyzies-de-Tayac, la capital de la Prehistoria.
Es el punto de salida ideal para la visita a un gran número de yacimientos prehistóricos y cuevas con pinturas rupestres más importantes del Paleolítico Superior. Entre ellos, están las Cuevas de Font-de-Gaumes, el Refugio del pez o de Laugerie Basse, ... y un Museo Nacional de la Prehistoria donde se exponen parte de los hallazgos prehistóricos. Siguiendo el curso del río, se puede visitar el acantilado de la Roque Saint-Christophe o el pueblo troglodita de la Madeleine.
Esta parte del valle esconde también castillos como la Casa-Fortaleza de Reignac, un castillo troglodítico, el de Marzac en Tursac, o también, el Castillo medieval de Commarque en Les Eyzies-de-Tayac. Su estado ruinoso pero con salas restauradas, ubicado en un entorno privilegiado, ¡hacen que sea una visita mágica!
Y a medio camino entre Les Eyzies de Tayac y Montignac, se impone una parada en el encantador pueblo de Saint-Léon-sur-Vézère, uno de los "Pueblos más bellos de Francia" y su iglesia románica. Para los aficionados al senderismo, un gran número de caminos permiten descubrir el valle de un modo diferente.