Casi cinco años después del incendio del 15 de abril de 2019, la Catedral de Notre-Dame-de-Paris reabrirá sus puertas al público en diciembre de 2024.
Las imágenes del incendio de Notre-Dame de París, uno de los iconos arquitectónicos de la capital, dieron la vuelta al mundo. Casi cinco años después de la catástrofe, y gracias a la pericia de varios centenares de artesanos y arquitectos apasionados, el edificio ha renacido y está listo para volver a acoger al público a partir del 8 de diciembre de 2024.
Los visitantes de París durante los Juegos Olímpicos y Paralímpicos ya podrán admirar este verano la emblemática aguja de Viollet-le-Duc, cuya reconstrucción concluyó en febrero. Los tejados de la nave y el coro también se restaurarán por completo en los próximos meses. En el interior, prosiguen los trabajos de limpieza de las paredes, las vidrieras y las bóvedas, sin olvidar el órgano de 8.000 tubos, así como la restauración de los suelos a cuadros blancos y negros.
Mientras se espera la reapertura, los visitantes pueden adentrarse en los entresijos del monumento y su reconstrucción participando en una experiencia inmersiva de realidad virtual llamada Eternelle Notre-Dame, accesible desde la explanada.
Las obras continúan hasta 2026
Aunque gran parte de las obras ya han concluido, los trabajos continuarán más allá del momento en que la iglesia vuelva a abrirse al público.
Las próximas etapas de la reconstrucción de Notre-Dame incluyen la restauración del ábside y la sacristía en 2025 y la instalación, en 2026, de vidrieras contemporáneas, cuya creación está actualmente en proceso de licitación.
Muy popular entre los visitantes franceses e internacionales, se espera que la catedral de Notre-Dame reciba entre 12 y 15 millones de personas al año una vez reabierta, frente a los 10 o 12 millones que recibía antes del incendio.