Nuestros paseos artísticos preferidos por la ruta de los pintores

Los acantilados de creta de la Costa de Alabastro, los paisajes marinos de El Havre, los verdes jardines de Giverny... Cuna del movimiento impresionista, los paisajes variados y luminosos de Normandía y del valle del Sena inspiraron a numerosos artistas del siglo XIX, como Claude Monet, Auguste Renoir, Alfred Sisley o Camille Pissarro. Te mostramos a continuación algunas paradas ineludibles para seguir la ruta de los pintores impresionistas tras las huellas de las grandes figuras de la historia del arte.

Lugares por descubrir en la Ruta de los pintores impresionistas

• Chatou: al oeste de París, la Île des Impressionnistes es ideal para realizar bucólicos paseos a pie o en bicicleta por la ruta ciclista Seine à Vélo, siguiendo las huellas de los pintores impresionistas que instalaron aquí sus caballetes, como Auguste Renoir, cuya reproducción de su obra Le Déjeuner des canotiers sumerge al visitante en el ambiente festivo que reinaba en la isla durante la Belle Epoque.
• Auvers-sur-Oise: al norte de París, a orillas del río Oise, Auvers-sur-Oise es una etapa ineludible en la ruta de los pintores impresionistas. Fue aquí donde el artista Vincent Van Gogh realizó más de 80 obras, entre ellas La iglesia de Auvers-sur-Oise y Campo de trigo con cuervos. Situada en la antigua posada de Ravoux, La Maison de Van Gogh invita al visitante a adentrarse en la intimidad del artista. Museo al aire libre, el encantador pueblo de la ladera alberga también la Maison du Docteur Gachet, el Musée Daubigny, monumento histórico protegido situado en el Manoir des Colombières, y el estudio del artista pionero del impresionismo.
• Giverny: con sus glicinas, sus sauces llorones y su estanque de nenúfares, los jardines de Claude Monet en Giverny son un retablo viviente. Tras una visita a la casa del artista, el paseo pictórico continúa en los jardines del Museo de los Impresionistas.  Macizos de peonías, lirios y cosmos, avenidas de rosales, las escenas vegetales se hacen eco de las obras maestras de artistas modernos expuestas en las exposiciones temporales del museo.  A continuación, disfrute de una comida en el restaurante Baudy, antiguo lugar de encuentro de pintores impresionistas como Renoir y Cézanne.
• Honfleur: en la desembocadura del Sena, Honfleur, cerca de Deauville, es una joya normanda con su emblemático muelle antiguo rodeado de animados restaurantes y coloridas fachadas. Fue fuente de inspiración para Eugène Boudin, precursor del movimiento impresionista y muchacho de la localidad que legó 70 obras al museo de Honfleur, rebautizado como Museo Eugène Boudin. Para una experiencia gastronómica y de bienestar, diríjase a la Ferme Saint Siméon, antigua posada transformada en hotel de 5 estrellas donde al «Rey de los Cielos» le gustaba reunirse con sus amigos.
• Le Havre: Nada más cruzar el impresionante Puente de Normandía que atraviesa el Sena, se encuentra en el puerto de Le Havre. Fue en el Grand Quai (de Southampton), frente al mar, donde Claude Monet pintó «Impression soleil levant» una mañana de otoño de 1872, la gran obra que dio nombre al movimiento impresionista. Apoyándose en este patrimonio, la ciudad de Le Havre alberga numerosas instalaciones artísticas, algunas de ellas efímeras, que se descubren cada verano durante el evento «Un été au Havre», durante un paseo al amanecer o al atardecer. En el camino, el Museo de Arte Moderno André Malraux es una visita obligada para los visitantes amantes de la cultura, con su abundante colección de cuadros impresionistas de Renoir, Pissarro, Sisley, Degas y Courbet.

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De Henri Matisse a Pablo Picasso, de Marc Chagall a Raoul Dufy, los grandes maestros del arte moderno quedaron cautivados por la luz del Mediterráneo, las fachadas pastel de Niza, las calas de Antibes y las colinas de Vence, cunas del fauvismo y el cubismo.

Lugares por descubrir la Ruta de los pintores de la Costa Azul

• En Niza, visita los museos Matisse y Chagall, y luego pasea por el Paseo de los Ingleses, tan apreciado por Matisse. La ruta de los pintores de la Costa Azul continúa en Antibes, donde el museo Picasso, instalado en el Castillo Grimaldi, domina los paisajes marinos que pintó. En Saint-Paul-de-Vence, te esperan la Fundación Maeght y la ruta ciclista La route des peintres à vélo. Cagnes-sur-Mer alberga el museo Renoir, y en Vence, no te pierdas la Chapelle du Rosaire, obra maestra diseñada por Matisse.
• Y no olvides el Museo Pierre Bonnard en Le Cannet, cerca de Cannes. En Saint-Tropez, el Musée de l'Annonciade rinde homenaje a Paul Signac. En la isla de Porquerolles, la Villa Carmignac expone obras contemporáneas entre viñedos. En Lavandou, estación balnearia a los pies del Macizo de los Maures, sigue el Chemin des peintres neoimpresionistas como Henri-Edmond Cross y Maximilien Luce hasta la Villa Théo, dedicada al pintor Van Rysselberghe.

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Antes de los impresionistas, los pintores de la Escuela de Barbizon, representada por Théodore Rousseau, Jean-François Millet, Camille Corot y Charles-François Daubigny, encontraron una inspiración inagotable en la maleza de Fontainebleau, los claros y los cielos cambiantes del Gatinés francés, un antiguo condado que se extendía entre el Sena y el Loira.

Lugares por descubrir en la Ruta de los pintores de Barbizon

• En Barbizon, encantador pueblo al sur de París, podrás visitar el Museo Departamental de los Pintores, instalado en el Auberge Ganne, antiguo refugio de artistas. El circuito de los pintores te conducirá después al Bosque de Fontainebleau, un laberinto de rocas y robles centenarios que han servido de inspiración a tantas obras maestras. Amplía tu descubrimiento con una visita al Castillo de Fontainebleau, otra visita cultural ineludible a tan sólo unos kilómetros.

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Acantilados escarpados, capillas bretonas, molinos, casitas de paja y reflejos de luz en la superficie de los ríos... Estos paisajes de Bretaña inspiraron a Paul Gauguin, Émile Bernard y los artistas de la École de Pont-Aven, pioneros del sintetismo a finales del siglo XIX.

Lugares por descubrir en la Ruta de los pintores de Pont-Aven

• En Pont-Aven, bucólico y pequeño puerto del Finisterre, podrás visitar el museo del mismo nombre antes de pasear junto al río Aven, siguiendo los pasos de Gauguin y su famosa obra Vision après le sermon. Pasea por el circuito señalizado del Bois d'Amour, haz una parada en la capilla de Notre-Dame de Trémalo para admirar el cuadro Christ Jaune, y recorre las numerosas galerías de arte antes de llegar a Le Pouldu (municipio de Clohars-Carnoët) y a la Maison Musée Gauguin, reconstrucción de la pensión donde vivió el artista.
• Además, la Camino de los Pintores de la Costa Esmeralda propone una inmersión a través de otros paisajes bretones de los alrededores de Dinard que han seducido a los artistas.

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Montaña Sainte-Victoire, Parque nacional des calanques, pueblos rodeados de colinas... La Provenza encantó a Paul Cézanne, Paul Signac y André Derain, fascinados por la claridad de sus colores y la geometría natural de sus paisajes, emblemas del postimpresionismo y el fauvismo.

Lugares por descubrir las Rutas y caminos de los pintores en Provenza

• En Aix-en-Provence, explora las colecciones del Museo Granet en el centro de la ciudad, luego sigue los pasos del artista con una visita al taller de Cézanne (donde podrás ver los modelos de sus últimas naturalezas muertas), el mirador Terrain des Peintres de acceso libre en lo alto de la colina de Lauves, la bastida Jas de Bouffan, y después sigue la ruta turística Cézanne hasta Le Tholonet y las canteras de Bibémus, en pleno Parque Natural del Monte Sainte-Victoire. Existen numerosas rutas de senderismo.
• En Gardanne, pueblo situado entre Aix-en-Provence y Marsella, las callejuelas, la chimenea de la mina y la colina de Cativel inspiraron a Cézanne para pintar La Ville de Gardanne. Un sendero te llevará a los distintos puntos de vista.
• En L'Estaque, barrio de Marsella, contempla la bahía que fascinó a Cézanne y Braque y su lugar de vacaciones, cerca de la iglesia de Saint-Pierre.
• Más al norte, en Saint-Rémy-de-Provence, sigue la ruta señalizada hasta el monasterio de Saint-Paul-de-Mausole, donde Van Gogh creó un centenar de cuadros, entre ellos La noche estrellada.

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Gargantas pintorescas, ruinas medievales, los meandros del río Creuse... todos estos bucólicos paisajes del centro de Francia inspiraron a Claude Monet, Armand Guillaumin, Francis Picabia y Léon Detroy, figuras del Impresionismo y el Postimpresionismo.

Lugares por descubrir en el Valle de los pintores en la Creuse

• En Crozant, en el Valle de los Pintores, explora la fortaleza encaramada y el Museo del Hôtel Lépinat, un albergue frecuentado antaño por numerosos artistas que hoy se ha convertido en un centro de interpretación del paisaje pintado. Camina hasta el Moulin de la Folie, querido por Armand Guillaumin, o sigue el sendero de los pintores de 3 km que bordea el río hasta el Rocher de la Fileuse.
• En Fresselines, donde se alojó Claude Monet, el sendero de los pintores conduce a la confluencia de las dos Creuses y a la Roca de Monet.
• En Guéret, descubre el museo de arte y arqueología dedicado a Guillaumin.
• Aprovecha tu estancia en el Valle de los Pintores para visitar Gargilesse, uno de los Pueblos más bonitos de Francia, donde se encuentra la casa de George Sand.

En los exuberantes paisajes verdes del Morvan, en el centro de Borgoña, los valles boscosos, los apacibles lagos y los cielos cambiantes han inspirado a artistas como Georges Rouault, Camille Pissarro y André Maire.

Lugares por descubrir en la Ruta de los pintores en el Parque de Morvan

• En Vézelay, meca espiritual y artística, la luz dorada ilumina las piedras de la basílica Sainte-Madeleine y los tejados ocres del pueblo, magnificados por Rouault. Varias galerías de arte, como la Galerie Saint-Pierre, ofrecen exposiciones de artistas contemporáneos en resonancia con esta tradición.
• En Autun, donde Pissarro pintó las murallas galo-romanas y las vistas panorámicas desde la parte alta del casco antiguo, los visitantes pueden explorar las calles medievales antes de descubrir varias exposiciones temporales en el Musée Rolin (actualmente en proceso de renovación).
• No lejos de aquí, el Parque Natural Regional de Morvan, reconocido como Reserva Internacional del Cielo Oscuro en 2025, se extiende entre suaves colinas y profundos bosques, alrededor de los lagos de Settons y Saint-Agnan, fuentes de inspiración para André Maire.
• Varios pueblos, como Arleuf y Glux-en-Glenne, acogen también exposiciones que se pueden descubrir siguiendo el itinerario «Tour du Morvan des Sommets», una ruta de 140 km que combina paisajes naturales y joyas artísticas.

Fachadas de colores, barcas catalanas y calles empinadas. En Collioure, en la costa occitana, cada rincón cautivó los pinceles de Matisse, Derain y Braque, figuras fundadoras del fauvismo, movimiento artístico en el que el color se convirtió en el principal medio de expresión.

Lugares por descubrir en la Ruta de los pintores fauves en Collioure

• El pueblo ofrece un recorrido artístico, el Camino del Fauvismo, bordeado de reproducciones de obras instaladas in situ, que permite redescubrir los puntos de vista elegidos por los artistas fauvistas. El Museo de Arte Moderno de Collioure recorre la evolución de este movimiento artístico del siglo XX a través de una rica colección. La visita continúa a lo largo del paseo marítimo, entre luz intensa y muros ocres, hasta Fort Saint-Elme y el barrio de Mouré, desde donde se pintaron numerosos lienzos emblemáticos como La Jetée de Collioure de Matisse.

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Picos escarpados, circos glaciares, cascadas vertiginosas... Los espectaculares paisajes de los Pirineos alimentaron la imaginación de pintores románticos del siglo XIX como Gustave Doré, Joseph Latour y Eugène Viollet-le-Duc, fascinados por la fuerza de los elementos.

Lugares por descubrir en la Ruta de los pintores románticos en los Pirineos

• El viaje artístico comienza en Luchon, la «Reina de los Pirineos», donde los establecimientos termales y las suntuosas vistas de las cumbres nevadas inspiraron a estos artistas.
• Siguiendo hacia el Oeste, llegamos a Cauterets, estación balnearia de la Belle Époque que sirvió de telón de fondo a varios cuadros.
• Más al sur, el circo de Gavarnie, declarado Patrimonio Mundial por la UNESCO, fue inmortalizado por el lápiz de Joseph Latour. Si te interesa este pintor, puedes planear una escapada al Tarn, donde el Museo de Bellas Artes de Gaillac alberga varias decenas de sus dibujos.
• Si sigues las rutas de senderismo del valle de Ossau, te encontrarás con los escarpados acantilados que cautivaron la fantástica imaginación de Gustave Doré, como demuestran sus grabados.
• Por último, dirígete al este, a la ciudadela de Villefranche-de-Conflent, tan apreciada por Eugène Viollet-le-Duc por su pasión por la arquitectura medieval.
• Para prolongar este viaje artístico, dirígete a los distintos espacios de exposición de los pueblos de montaña de Arrens-Marsous y Lescun.

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Lagunas turquesas, vegetación exuberante, pueblos remotos... La Polinesia Francesa y sus flamantes paisajes inspiraron a Paul Gauguin para crear un art nouveau de colores vibrantes y símbolos.

Lugares por descubrir tras los pasos de Gauguin en Tahití y las islas Marquesas

• Tu itinerario tras las huellas de Paul Gauguin comienza en Papeete, donde el Museo de Tahití y de las Islas presenta los paisajes, tradiciones y rostros que influyeron en su obra.
• A continuación dirígete a Papeari, en la costa oeste de Tahití, para descubrir el Museo Paul Gauguin y los vestigios de su casa, donde pintó el cuadro Parau api (Mujeres de Tahití).
• El viaje artístico termina en Hiva Oa, en las islas Marquesas, en el pueblo de Atuona. Su Maison du Jouir ha sido reconstituida en un centro cultural dedicado, y su tumba domina el océano Pacífico desde una colina.

En varias regiones francesas, recorridos artísticos en plena naturaleza ponen de relieve las obras de pintores contemporáneos:

• En el corazón del macizo de Vercors, puerta de los Alpes, el Chemin d'Art (2,3 km) ofrece un paseo artístico al aire libre entre los acantilados de Presles, las gargantas de Bourne y los bosques de miradores del circo de Choranche, donde las esculturas brutas de Thierry Chollat (arte singular) y las instalaciones poéticas de la artista visual Patricia Molins (land art) se integran perfectamente en el paisaje.
• En el departamento del Lot, el circuito Le sentier des Arts de 1,6 km entre maleza salpicado de unas sesenta esculturas ingenuas y espontáneas, lleva a los visitantes al encuentro del arte autodidacta local. El recorrido es accesible a pie (o en bicicleta de montaña), y se encuentra cerca de Autoire y Loubressac, dos joyas de Occitania catalogadas entre los Pueblos más Bonitos de Francia.
• Le Partage des Eaux, un itinerario artístico de 100 km en el corazón de los Montes de Ardèche, al sur de Lyon, está salpicado de obras contemporáneas, entre ellas Le Phare, de Gilles Clément, un mirador de madera esculpida que marca simbólicamente la divisoria entre el mar Mediterráneo y el océano Atlántico. Explora el patrimonio natural y cultural de la región a pie, en bicicleta o a caballo, entre el Monte Gerbier-de-Jonc, la Chartreuse de Bonnefoy y la Abadía de Mazan.