5 actividades insólitas para desconectar en los Alpes este verano

En verano, las montañas nos revelan sus suntuosos y frágiles tesoros ocultos. De Isère a Saboya pasando por los Altos Alpes, las estaciones de los Alpes ofrecen multitud de actividades insólitas para descubrir los misterios de la montaña, reconectar con la naturaleza, con uno mismo y con la familia: observar las estrellas y la fauna salvaje, jugar a ser aventureros pasando la noche colgados de un acantilado, probar el surf eléctrico en un lago de montaña, practicar yoga en las alturas, visitar talleres de arte en el Parque Nacional de los Ecrins... ¡Anímate a realizar una serie de escapadas alpinas inesperadas y ecorresponsables!

Explore Game y Portaledge, aventuras colgadas en Isère

La montaña en verano, un escenario de ensueño pero muy real para un desafío familiar. Tu misión, si la aceptas, es encontrar el rastro de Léo, el hermano de Téo, la mascota de Chamrousse... Smartphone en mano, sal a la caza de pistas en la estación del macizo de Belledonne, en Isère, para resolver los enigmas y llevar a cabo la investigación en menos de 4 horas (3 horas para los más listos). Un juego de escape game a escala real entre 1.650 m y 1.750 m de altitud para tomar una gran bocanada de aire puro.
La aventura continúa al anochecer con una breve sesión de escalada supervisada por Expedition Verticale para llegar a un alojamiento muy insólito: una tienda colgada en el acantilado tipo portaledge... Una noche mágica suspendidos en el vacío para contemplar y escuchar la vida nocturna y la belleza de la montaña.

Surfear y volar entre el lago y la montaña en los Alpes del Sur

Para vivir grandes sensaciones durante tus vacaciones, dirígete al lago de Serre-Ponçon, un pedazo de Mediterráneo en el corazón de los Alpes del Sur donde los deportes náuticos y las actividades sostenibles son muy populares en verano, empezando por el e-surf y el e-foil, tablas de propulsión eléctrica guiadas por un mando a distancia... Lo podemos probar con la empresa de alquiler E-surfer.

Para admirar el lago desde las alturas, toma el telesilla hasta la cima del Pic Vert, a 2.200 m, desde la estación de Les Orres. La vista es idílica y panorámica. Nos sentamos en la terraza del restaurante contiguo para saciar nuestra sed y llenarnos de vitaminas antes de lanzarnos al valle en una "super" tirolina (Speedline). Un minuto y 30 segundos en comunión directa con la naturaleza y la montaña a más de 140 km/h... Para recuperarnos de todas las emociones, nos ofrecemos una degustación de sabores alpinos. Cerveza 100% local para unos (Lou Pica Paouto), mermeladas artesanales (Les gaillardises) para otros.

En cuanto al alojamiento, dormimos en el lago a bordo de cabañas accesibles en barco y alimentadas por energía solar. No hay riesgo de marearse, ¡nos encontramos muy a gusto en la montaña!

Yoga y meditación insólita, un verano para recargar las pilas en Oisans

A tan sólo 8 minutos en teleférico de la estación de Isère, Les 2 Alpes, conocida por los ciclistas de montaña y por los esquiadores durante las 4 estaciones, Venosc tiene todas las características de un pueblo de montaña con auténtico encanto. Un remanso de paz a las puertas del Parque Nacional de los Ecrins, donde podrás reponer fuerzas. Templo de la relajación en la tranquila aldea de La Danchère, Le Lauvitel Lodge ofrece actividades bienestar con efecto regenerador: yoga matinal en la terraza, sesión de reiki o masaje tailandés, comidas ecológicas, excursiones sensoriales para reconectar con los elementos en el bosque o a orillas de un arroyo...

Para ampliar la experiencia, el taller Bois et Sens, que combina la práctica meditativa y la fabricación de cucharas de madera, permite descubrir los artesanos de la Route des savoir-faire de Oisans. Los menos manuales se dejarán tentar por la meditación mineral en Auris o a caballo, en Bourg d'Oisans. Entre dos sesiones vigorizantes, podrás darte un refrescante chapuzón en el cañón de Oz o recibir una lección de stand-up paddle en el Lago del Verney ¿Echas de menos la altitud? Elige una clase de yoga en la cima de Alpe d'Huez. Y no hace falta que luches con las legendarias curvas cerradas tan queridas por los ciclistas del Tour de Francia. Los últimos 10 kilómetros se hacen ahora en telesilla.

Cerca de las estrellas y de los rebecos en Saboya

Es temporada de estrellas. Si no quieres perderte la oportunidad de presenciar el espectáculo celeste que ofrece la naturaleza cada verano, sigue los pasos de una guía de montaña apasionada por las estrellas, será la garantía de estar entre los mejores posicionados. En Les Gets, en la Alta Saboya, Emilie organiza caminatas-vivacs, una velada intemporal que comienza con una buena caminata (de 1 a 3 horas), hasta llegar al campamento, y que continúa con un aperitivo a base de plantas recogidas por el camino seguido de una comida natural en un fuego de leña, todo ello aderezado de cuentos y leyendas. Entre la observación de las estrellas y el confort (terraza y jacuzzi privado), las Bulles (burbujas transparentes) des Mines d'Or, en Morzine, son una buena opción para pasar una noche romántica en la montaña. Seguro que tendrás dulces sueños...

De la Maurienne a la Vanoise pasando por el Chablais, los amantes de la naturaleza son testigos privilegiados de otro espectáculo inusual, el de un concierto interpretado por una fauna salvaje en constante movimiento. En Praz-de-Lys Sommand, Rando Observation ofrece salidas naturalistas para observar y escuchar sin molestar a marmotas, rebecos, íbices o incluso a los quebrantahuesos, que están reapareciendo de forma notable en los Alpes.

Visita de talleres en el Parque nacional de Ecrins

El verano es el momento ideal para descubrir los oficios que han dado fama a los valles y pueblos de montaña del Parque Nacional de Ecrins. En Saint-Laurent-du-Cros, cerca de Gap, puedes visitar el nuevo taller-boutique ILaké vidrio, que fabrica vajillas de alta gama para grandes chefs como Alain Ducasse, y jarrones con motivos vegetales hechos con botellas de vino recicladas. También hay cursos para diseñar tu propio juego de vasos. Unos kilómetros más allá, Oleaflor fabrica cosméticos naturales a partir de plantas silvestres o de cultivo biológico. Por supuesto, también podrás diseñar tus propios productos.

Para comer y alojarse, los veraneantes con ganas de desconectar encontrarán su rincón de paraíso a sólo 20 minutos de Briançon. Justo al lado de las cascadas de hielo, Le Mahana tiene todos los ingredientes de un acogedor nido eco-responsable: colchones de látex orgánico, cocina de leña, bañera de madera de alerce. Los propietarios incluso recogen a sus huéspedes en la estación (¡gratis!). La única pega es que hay que recoger los huevos del gallinero por la mañana.

Cita en los Alpes franceses