Las costas francesas: el litoral de las mil caras

Playas, peñones, marismas, acantilados… podrás elegir entre la multitud de panoramas que te brinda el litoral francés.

Desde su escaparate más famoso, la Costa Azul, hasta los lugares más recónditos, te proponemos un viaje donde confluyen la tierra, el mar y el cielo.

Costa de Ópalo, Bahía de Somme y Costa Florida

Al norte, se levantan los blancos acantilados de la Costa de Ópalo: el más alto mide 130 metros. Alrededor, las playas de arena o de guijarros serán un magnífico telón de fondo para tus paseos y siestas. En tierras de Picardía descubre este remanso de paz de los pájaros: la Bahía de Somme, catalogada entre las bahías más hermosas del mundo, entre dunas salvajes y marismas. Más al sur, se encuentran las playas normandas, muy frecuentadas por los turistas y bautizadas como la Costa Florida.

Las costas bretonas

La Bretaña, región bordeada por el mar y el océano, ofrece una gran diversidad de paisajes: de los afilados peñones de la Costa Esmeralda al norte, a las célebres ráfagas de viento de los acantilados de la Costa Salvaje al sur, pasando por la extraordinaria Costa de Granito Rosa y sus grandes rocas de color, el litoral bretón le encantará… Y todo cerca de la misteriosa costa de las leyendas, ¡las tierras celtas le embrujarán!. Bonitos nombres para otras dos costas, Costa de Amor y Costas de Vendée para un pedazo del litoral que sin duda te enamorará, situado cerca de la Baule, la bahía más hermosa de Europa. Estas costas del oeste de Francia destacan también por sus umbrías marismas, como la célebre marisma de Poitevin o el característico parque natural regional de la Brière.

Costa de Nouvelle-Aquitaine y costa vasca

En la costa de Nouvelle-Aquitaine convergen 4 tipos de litoral: el Médoc y sus grandes playas, la bahía de Arcachon y su famosa Duna de Pilat, las Landas y sus pinos, y por último la costa vasca. Con una longitud de 35 km, se extiende hasta la frontera española y es conocida por sus lugares ventosos, ideales para la práctica del surf. Un viento que también ha labrado su paisaje rocoso, con altos acantilados que cobijan pequeñas calas, playas y penínsulas.

Costa Azul, Provenza y Camarga

Primer destino turístico de Francia, la Riviera es famosa por la belleza de su litoral: playas, montañas, acantilados, calas, caletas, peñones… ¡Los vivos colores del Esterel te quitarán el aliento! La Camarga te seducirá con sus marismas, sus arrozales y sus praderas donde abundan los caballos, los toros y los flamencos rosas. Sin olvidarse de las Calanques (calas) cerca de Marsella.

Costas de Córcega

Auténtica montaña en el mar, Córcega es una tierra de contrastes. De los acantilados del extremo sur dominado por Bonifacio, a los paisajes escarpados del Cabo Córcega al norte, podrá relajarse tranquilamente en los 300 km de arena fina, pero también pasearse por los macizos rocosos como las calanches de Piana, cuyos colores cambian a medida que avanza el día. ¡Córcega es sin duda digna de su apodo, la isla de la belleza!