Itinerario por Languedoc siguiendo la ruta de Luis XIV

El Rey Sol recorrió el sur de Francia antes de su boda con la infanta española María Teresa de Austria. Te enumeramos los destinos en los que Luis XIV tuvo una gran influencia por este itinerario por Languedoc, en Occitania Sur de Francia.

Tour prenupcial por el Languedoc de Luis XIV

Corría el año 1659 cuando el rey Luis XIV comenzó un tour prenupcial por el Languedoc, en la actual región de Occitania Sur de Francia, antes de casarse con la infanta española María Teresa de Austria. La boda era una de las condiciones impuestas en el Tratado de los Pirineos para sellar la paz entre España y Francia que se habían enfrentado en la Guerra de los Treinta Años. El acuerdo final tardó más de lo previsto y Mazarino, primer ministro de Francia y valido de Luis XIV, decidió enviarlo a hacer esta gira por Provenza y Languedoc acompañado de su madre, Ana de Austria, y su hermano, el duque de Anjou, por dos motivos: tener tiempo suficiente para llegar a un acuerdo con España y ganarse las simpatías de los habitantes del Languedoc, una provincia históricamente muy poco afín a París.

Béziers, mucho más que esclusas

Una de las localidades que recorrió la comitiva real en este itinerario por el Languedoc fue Béziers, en el actual departamento de Hérault. Luis XIV y su madre, Ana de Austria se alojaron en el Palacio Episcopal, ubicado al lado de la maravillosa catedral gótica de Saint-Nazaire.

Hoy, Béziers, denominada Ciudad de Arte e Historia, es una población bellísima y muy conocida por las esclusas de Fonséranes, ubicadas en el Canal du Midi. No obstante, Béziers cuenta, además, con numerosos atractivos como el Museo de Bellas Artes – Hôtel Fayet, que aloja obras del famoso escultor local Jean-Antoine Injalbert; el mercado cubierto, de finales del siglo XIX, perfecto para comprar productos locales; o la iglesia de Sainte-Madeleine donde tuvo lugar un terrible episodio de la Cruzada Albigense. Aquí las tropas de Simón de Montfort asesinaron a las más de 7.000 personas que se refugiaron en el templo.

Béziers vivió una época de esplendor durante el siglo XIX ya que fue considerada como la capital mundial del vino. De aquella época, se conservan algunos palacetes, verdaderos tesoros arquitectónicos y herencia de la hegemonía de aquella época.

LAS ESCLUSAS DE FONSÉRANES

En Béziers están las nueve esclusas de Fonséranes del Canal du Midi, obra cumbre de la ingeniería del siglo XVII. Lo impulsó Pierre-Paul Riquet quien presentó a Jean-Baptiste Colbert, ministro de Luis XIV, un proyecto para unir el río Garona a su paso por la ciudad de Toulouse con el mar Mediterráneo. En el año 1666 el rey Luis XIV dio luz verde a la obra, finalizándose en 1681. Se inauguró con el nombre de Canal Royal du Languedoc pero, tras la Revolución Francesa, adoptó la nomenclatura de Canal du Midi.

La pericia de Pierre-Paul Riquet hizo que las embarcaciones salvasen un desnivel de casi 22 metros en tan solo 300 metros de longitud. Todavía se conservan los edificios tradicionales como la marca de agua, los establos o la casa de los escluseros.

Pézenas, la patria de Molière

Pézenas, ciudad de Arte e Historia de calles empedradas, fue otro de los lugares del departamento de Hérault que visitó Luis XIV con su cortejo real. En el Hôtel de Peyrat, un palacete del siglo XVII que hoy alberga la oficina de turismo, durmió el monarca en su viaje prenupcial. Otro lugar de la ciudad vinculado con este itinerario es el Palacio Lacoste, que destaca por sus bóvedas góticas, columnas y escaleras de piedra. Aquí fue recibido el Rey Sol por el Príncipe de Conti en el año 1660.
Por su parte, en el hotel Flottes de Sébasan se alojó la reina-madre Ana de Austria, mientras que el duque d’Anjou descansó en el hotel d’Alfonce, una construcción del siglo XVII que también alojó a otro huésped muy especial: el dramaturgo Jean-Baptiste Poquelin, más conocido como Molière, autor de obras como "Tartufo" o "El Enfermo Imaginario". Por ello, cada verano se organizan visitas teatralizadas por la ciudad inspiradas en este escritor.

Homenaje al rey Luis XIV en Montpellier

El itinerario llega a Montpellier, ciudad elegida por el monarca para recibir una estatua ecuestre con su efigie y construir una plaza en su honor, la Promenade du Peyrou. Luis XIV, que visitó Montpellier en dos ocasiones a lo largo del año 1660, tiene otro espacio que honra su reinado: un arco del triunfo desde el que se tienen unas increíbles vistas. Asimismo, la ciudad rinde homenaje al Rey Sol en la línea 4 de su red de tranvías, una de las más modernas de Francia.
Muy cerca de la capital del Languedoc está el Château de Flaugergues, una mansión del siglo XVII perfecta muestra de las residencias aristocráticas que se construyeron en tiempos del rey Luis XIV en la campiña y que recibieron el nombre de folies. Y es que, en aquel tiempo, el rey trasladó algunas instituciones importantes como el Tribunal de Cuentas a Montpellier, hecho que provocó que muchos políticos y aristócratas se instalaran en el Languedoc. Así, estos prohombres construyeron diferentes mansiones que, además de tener casa en la ciudad, disfrutaban de una residencia a las afueras. En la actualidad, Henri Colbert, descendiente del que fuera ministro del Rey Sol Jean-Baptiste Colbert, es el propietario de una de estas mansiones visitables. Merece la pena descubrir su interior decorado con mobiliario del siglo XVIII, sus maravillosos jardines franceses y su bodega, abierta al público.

Escala en Sète

Luis XIV pernoctó en Béziers, Pézenas y Montpellier, aunque hay otros lugares del Languedoc donde el monarca francés dejó su huella pese a que no los visitara durante aquel viaje. Este es el caso de Sète, cuyo puerto mandó edificar para ser la salida al mar del Canal du Midi. Luis XIV quería un puerto en el Languedoc para poder mostrar el poder de la corona francesa a los comerciantes. Por ello, para su inauguración en el año 1666, ordenó construir una especie de maqueta gigante con las fachadas de los edificios pintadas sobre lienzos para simular que allí había ya construida una gran ciudad y dejar boquiabiertos a los invitados al evento. La operación de marketing del Rey Sol funcionó y el puerto de Sète se convirtió en un enclave importante en el Mediterráneo. Hoy, la gente de Sète sigue viviendo de cara al mar gracias a los canales que la atraviesan. El más emblemático es el Canal Real, bordeado por edificios del siglo XVIII, y principal escenario de las populares justas náuticas que se celebran en varias poblaciones del departamento de Hérault.

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Muy cerca de Montpellier se encuentra la península de Maguelone, un lugar que destaca por su catedral milenaria, dedicada a San Pedro, refugio de los papas de Roma, y un dominio vitícola bio y solidario. La asociación Les Compagnons de Maguelone promueve este viñedo y su catedral a través de un programa de inserción de personas con discapacidad.

Cita en Languedoc, en Occitania Sur de Francia