6 consejos para disfrutar de Occitania respetando el medioambiente

Desde la capital, París, viajamos en tren nocturno hasta Toulouse y pasamos 4 días en la magnífica región de Occitania (también desde Barcelona, con cambio en Narbona, se llega a Toulouse en AVE en 3h42). Comparto con vosotros nuestras vacaciones en tren por el sur de Francia.

Llevo años intentando utilizar el avión lo menos posible (sobre todo en Europa), así que nos alegró mucho coger el tren nocturno por primera vez. Mucho más respetuoso con el medioambiente que volar (muchas menos emisiones de CO2), y sin costes adicionales de equipaje ni gastos sorpresa, lo único que hay que hacer es disfrutar del paisaje (durante el día) y llegar relajado si todo va bien. Desde París, el tren nocturno te llevará al centro de Toulouse en unas 8 horas.

¿Qué puede haber más agradable que alojarse en un establecimiento que respeta su entorno y la naturaleza? Por ello, el Hôtel Albert 1er (Enlace externo) me pareció una elección excelente. Además de la amabilidad del personal y de una ubicación ideal en el centro de la ciudad, es el primer hotel de la ciudad rosa que ha obtenido la etiqueta ecológica europea. El hotel también sirve productos locales y ecológicos, y los veganos estarán encantados. La Villa Caroline (Enlace externo) es muy recomendable si deseas desayunar con unas vistas impresionantes del casco antiguo de Albi. Además de la cálida acogida de Mario y la calidad de las habitaciones, está a menos de 3 minutos a pie del centro ciudad. El lugar es encantador y la cocina común le da un ambiente de salón.

La región de Occitania es increíblemente acogedora para los vegetarianos. Nuestro lugar favorito en este viaje fue Bloomy Bistronomie Végétale (Enlace externo) en Toulouse. Nos encantó el servicio refinado y la variedad de platos: raviolis de puerro, milhojas vegano de bacon y patata confitada, remolacha y calabaza, crema de acedera perlada, puré de patatas y patatas fritas. Sin olvidar la tabla de quesos, los cócteles y la mousse de chocolate. ¿Qué más se puede pedir? Pero no sólo disfrutamos de una comida deliciosa en Toulouse, también lo pasamos en grande en L'épicurien (Enlace externo) , en Albi. Es estupendo ver que, con tanto mimo y cariño, preparan platos auténticos y sabrosos utilizando principalmente productos locales. ¿Nuestro plato favorito? El gazpacho y la compota de puerros e higos.

No hay nada como la bicicleta para sumergirse en la naturaleza y admirar los magníficos paisajes que la rodean. Disfruté mucho del recorrido en bicicleta eléctrica por los viñedos de Gaillac. Girasoles, casas de campo idílicas, viñedos y colinas se suceden. Para mí, este recorrido es ideal para combinar el ejercicio físico con el descubrimiento de la región en poco tiempo. También disfrutamos de una relajante clase de yoga en el hermoso Domaine de la Monestarié (Enlace externo) . Un oasis de paz y verdor.

Por supuesto, siempre encontrarás mucha información sobre una región en Internet, pero es mucho más divertido dejarse guiar por una persona. Sobre todo si esa persona ha nacido y vive en la ciudad en cuestión. Así que fue un placer conocer a la guía Lucile, de la asociación AGIT (Enlace externo) . Lucile conoce al dedillo la historia de Albi y sus alrededores. También nos contó algunas anécdotas más personales sobre la vida en la región, sus mejores consejos sobre restaurantes y sus lugares favoritos. La visita del casco antiguo, las historias de los cuadros de la catedral, los habitantes de los patios, el paseo en barco por el Tarn... ¡así todo se vuelve más personal y divertido!

Me resulta muy agradable escuchar a alguien hablar de un tema que le interesa con placer y pasión. ¡El taller de Françoise en La Ferme Au Village (Enlace externo) es por eso un recuerdo maravilloso! Aprendimos todo sobre el teñido tradicional 100% natural de la planta tintorera. Después de la teoría, llegó el momento de la práctica, una excelente manera de descubrir el trabajo que implica el teñido. Tras un recorrido por la tienda, donde los colores pastel desempeñan un papel fundamental, nos fuimos a casa con una bufanda teñida de añil (azul). ¡No dudes en visitarla si estás por la zona!