Nuestro crucero de una semana por el Canal du Midi con Le Boat

Rosa, ganadora de nuestro concurso organizado con Le Boat, realizó un crucero de 7 días por el Canal du Midi en un barco sin licencia. Queremos que te inspires con su experiencia, un viaje ideal entre amigos, para tus próximas vacaciones.

¡Zarpamos en breve!

Pensamos que a finales de septiembre sería un buen momento para disfrutar de nuestro premio. Elegidas las fechas, nos faltaba pensar dónde íbamos a realizar el crucero. Casualmente, hacía unos meses habíamos estado en la parte sur de Francia, Sète, Narbona, Nimes... En Sete vimos las esclusas, nos llamó la atención ver bastantes barcos haciendo cruceros por el canal, ¡quién nos iba a decir que en unos meses íbamos a ser los ocupantes de uno de esos barcos! Así que por cercanía e investigación un poco por internet, incluso personas cercanas que habían hecho el crucero por el Canal du Midi, nos decidimos a elegir ese destino. Creo que cualquier otro punto ofrecido por Le Boat para hacer el crucero habría estado igual de bien.

Por las fechas seleccionadas, no pudimos llevar a nuestros hijos con nosotros ya que están estudiando, así que nos han acompañado dos buenos amigos.
Salimos desde nuestra ciudad de origen en coche (Barcelona) hasta el puerto de salida del crucero, Castelnaudary. Allí nos recibió el personal de Le Boat, nos explicaron presencialmente cuestiones técnicas, nos dieron consejos...y nos hicieron una primera clase de navegación. Esa misma tarde salimos con el barco, teníamos claro que no íbamos a poder avanzar mucho, pero estábamos impacientes por ver cómo se nos iba a dar la navegación. A la salida del puerto de Castelnaudary, hay varias esclusas seguidas, y creo que es la mejor forma de ponerse a prueba. Amarramos al pasar la exclusa de Guerre, donde disfrutamos de un bonito atardecer.

Pasando las Esclusas

El segundo día de navegación hicimos el trayecto entre la esclusa de Guerre y la de Lalande. ¡Las esclusas son muy divertidas! Paramos cerca de la población de Villepinte y disfrutamos de una excelente comida en el Hotel Aux Deux Acacias. Debido a mi celiaquía, todas las cenas las hicimos en el barco y alguna comida también. Es complicado encontrar establecimientos en los que pueda comer, pero a los que acudimos, explicamos que no podía comer gluten y más o menos pude comer en todos sin problemas.

El tercer día llegamos a Carcassone, ese día no navegamos tanto porque estuvimos visitando la ciudad. Ya la conocíamos, pero siempre es una delicia volver a pasear por sus calles. Comimos unas crepes en Le Blé Noir, yo pude comer las de trigo sarraceno.

En Le Boat nos dieron un libro de navegación que usamos muchísimo durante el viaje. Habíamos planeado cómo serían las etapas de navegación, pero la verdad es que luego sobre la marcha cambiamos muchas cosas y tener esa guía tan completa nos facilitó mucho la tarea.

Encuentros, artesanía & gastronomía

En el cuarto día empezamos el regreso hacía el punto de salida, pero nos daba tiempo a superar Castelnaudary y navegar en el otro sentido algunos metros. Hicimos el trayecto Carcassone hasta la esclusa de Vivier. Visitamos Bram, un bonito pueblo medieval de forma circular. Compramos productos gastronómicos de la zona: vino, quesos, embutido...

El quinto día del crucero hicimos el viaje de Vivier a la esclusa de Emborrel. Lo que destacaría es la visita a la Poterie Not. Vimos trabajar a los artesanos en directo y nos encantó todo lo que tienen expuesto.

El sexto día fuimos hasta la esclusa de l'Ocean. Comimos en Gardouch, en el restaurante Le Gardouch justo en frente del Canal du Midi. ¡Una muy buena recomendación en este pueblo!

El séptimo día regresamos para hacer la última noche de nuestra aventura en el puerto de Castelnaudary. Comimos en el estupendo restaurante Chez David, nos gustó mucho. ¡Castelnaudary para un buen "cassoulet" es una visita obligada!

Al día siguiente bien pronto ya estábamos en disposición de hacer la entrega del barco y regresamos a nuestra ciudad en coche.

Me gustaría agradecer a Explore France y Le Boat por haber hecho posible vivir una experiencia inesperada, enriquecedora y muy diferente a las vacaciones que habíamos hecho hasta el momento. Sinceramente, pensé que iba a ser demasiado tranquilo, pero es relajante y a la vez muy interesante. Además, todas las personas que nos encontramos: el personal de Le Boat, los viajeros en el canal como nosotros, los y las escluseras siempre atentos a ayudar, las personas que caminaban por la sirga del canal, la gente de las pequeñas poblaciones que visitamos...todo el mundo ha sido muy amable y nos ha ayudado siempre que nos hizo falta.

Un abrazo Marisol, Jose, Víctor y Rosa.