Sea cual sea la ruta seguida, la llegada a Grenoble está inevitablemente marcada por la presencia de las montañas.
Allí donde mires, contemplarás las crestas del Vercors, de la Chartreuse y de Belledonne… La localidad de Grenoble, célebre por sus montañas y su dinamismo económico, es también una ciudad cargada de historia. Ofrece a los aficionados al arte unos lugares y unas citas que no hay que perderse.
Savoir-faire en Grenoble
En cuanto a la gastronomía, Grenoble cuenta con un terruño excepcional y está llena de buenos establecimientos, con platos ineludibles como el gratin dauphinois, los raviolis, el murçon, la caillette… Otros productos tienen un fuerte carácter identitario: el queso azul del Vercors-Sassenage con D.O.C. (que cuenta con su propia hermandad), la célebre nuez de Grenoble con D.O.P. (su historia es explicada en el Museo del Grand Séchoir); el licor de los padres cartujos (las bodegas de producción están abiertas al público y a la visita). La fama de la mayoría de estas especialidades ha superado ampliamente las fronteras. Se las puede encontrar en los mercados de la ciudad, en especial en les Halles Sainte-Claire, mercado cubierto del centro abierto del martes al domingo.
Agenda
Festival de música actual,Cabaret Frappé (Enlace externo) es la gran cita del verano. Organizado en el centro histórico de Grenoble, bajo los muy románticos plátanos del Jardín de Ville, el festival es totalmente gratuito. En julio.
No te vayas sin haber visitado
La Bastilla: fortaleza militar y punto de inicio de recorridos panorámicos y del teleférico urbano, pero también lugar de cultura y de actividades deportivas. Accesible durante todo el año, la Bastilla domina la ciudad y sus montañas sobre 360°. Es el mejor punto de vista para contemplar Grenoble y su metrópoli.
¿Cómo llegar?
El aeropuerto más cercano con vuelos directos desde España es el de Lyon. Grenoble se encuentra a 1h30 en tren regional desde Lyon Part Dieu y a 3h en TGV (AVE) desde la Gare Paris Gare de Lyon.
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