9 motivos para visitar París en primavera

Despliega el mantel de vichy más bonito y prepara una cesta de mimbre, París en primavera es el lugar perfecto para hacer un pícnic. Sube a lo alto de Buttes-Chaumont con amigos para disfrutar de un pícnic mientras admiras los miles de árboles en flor. ¡Ten cuidado con las botellas en la inclinada colina! Si prefieres estar más cerca del agua, bájate y siéntate a orillas del canal Saint-Martin. Observa cómo se abren y cierran las esclusas para dejar pasar a los barcos. No olvides traer una baguette y la lista de reproducciónd e la película de Amélie Poulain para una experiencia totalmente inmersiva. También puedes bordear el canal hasta la Villette y colocar el mantel en el césped de este parque tan urbano. Mira como tus tomates cherri se reflejan en la Géode, esta gigantesca esfera que acoge un cine. Si estás al oeste de París, dirígete al Bois de Boulogne. Instálate sobre el césped, túmbate bajo los árboles o disfruta cerca de las rosas en el precioso parque de Bagatelle. 

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Cuando finalmente sale el sol, solo apetece una cosa: llenarse de vitamina D. París en primavera ofrece lugares encantadores para descansar bajo los primeros rayos de sol o para disfrutar de una lectura al sol. En los Jardines de las Tullerías puedes pasear entre el Louvre y los Campos Elíseos, un sueño para todos los turistas. Haz una parada y contempla la «voie Royale», una perspectiva que va desde el Louvre hasta la Défense, pasando por el las Tullerías. Dirígete a la margen izquierda para relajarte en el Jardín de Luxembourg. Sientáte en una silla verde mientras observas a los niños pilotar barcos, experimentando el verdadero París en primavera. ¿Prefieres caminar y disfrutar del buen tiempo? Ven a la Coulée Verte, también conocida como el Paseo de las Plantas. Este paseo al aire libre sobre antiguas vías te permitirá ver París desde otro punto de vista, pasando por explanadas de césped, bajo pérgolas y entre los edificios.

A la música le encanta París en primavera, y la ciudad le da una cálida bienvenida con una gran variedad de festivales que acoge en cuanto aparece el primer rayo de sol. En La Madrague, el lugar emblemático de Brigitte Bardot, podrás disfrutar de música electrónica en un original crucero en barco durante el mes de mayo. El programa de este mini festival de música electrónica por el Sena es sencillo: 10 días, 10 cruceros ¿Prefieres el jazz? Entonces dirección Saint-Germain-des-Prés. Este apreciado barrio de París propone el festival Jazz en Saint-Germain-des-Prés, donde artistas de renombre mundial se presentan en lugares míticos como el Teatro de Odéon, la Sorbonne, la iglesia Saint-Sulpice... En mayo, ¡haz lo que más te gusta! Pero si el rap es lo tuyo, ven al Centrale Place aux Halles para disfrutar de 4 días de conciertos, veladas, conversaciones y compartir. ¿No te apetece tener que elegir? En el Festival Paris music puedes escuchar todos los estilos musicales, y los artistas internacionales se presentan en lugares insólitos como el Museo Carnavalet, el Museo Galliera…

A los parisinos y parisinas les encanta salir a las terrazas en cuanto llega la primavera. Ya sea para leer, soñar o simplemente observar a la gente que pasa. En Le Progrès, que tiene la terraza más famosa del Marais, todo París se reúne para tomar un café o un sándwich mixto en Poilâne, acompañado de una buena dosis de cotilleos. Para aquellos que buscan un ambiente fiestero y menos turístico, Rosa Bonheur es el lugar ideal. Instálate en la terraza de este moderno chiringuito, situado en el corazón del parque Buttes Chaumont. Aquí, puedes charlar a gusto de todo lo que quieras con otros clientes. ¡Ambiente familiar garantizado! Si decides bajar la colina, toma una copa en el Café Chéri(e). Situada en el famoso Belleville, esta amplia terraza acoge la mezcla cultural única del barrio, siendo considerada una institución. Para aquellos que prefieran la margen izquierda, dirección Saint-Germain. La terraza legendaria de Flore es un lugar ineludible. Aquí se viene a tomar un café, disfrutar de la lectura de las memorias de Simone de Beauvoir y echar un vistazo a las últimas tendencias de moda entre los transeúntes de Saint-Germain-des-Prés.

Pasea por el Museo Rodin y admira las famosas obras de Auguste Rodin, como El pensador, mientras disfrutas de un tranquilo paseo por sus jardines. Para un merecido descanso, dirígete al Museo de la Vida Romántica y visita su encantador salón de té, ubicado en un espacio repleto de rosas, perfecto para disfrutar de un café. Luego, desplázate en metro hasta Boulogne y explora el Museo Albert Kahn, donde podrás maravillarte con jardines japoneses, un jardín francés y un jardín inglés. Una experiencia verdaderamente relajante. Para terminar el día, visita el renovado jardín de la Maison de Balzac. Este lugar cautivador, con sus flores, árboles frutales y vistas a la torre Eiffel, merece ser visitado.

París en primavera no sería lo mismo sin un paseo a lo largo del Sena. Recorre los emblemáticos puestos de libreros, el alma de la capital, y descubre desde revistas vintage hasta ediciones literarias de colección. Haz una parada en la icónica heladería Berthillon, en Île Saint-Louis, y date un capricho con uno de sus exquisitos helados. No dejes de probar sus sorbetes, auténticas explosiones de sabor que evocan la fruta en su estado más puro. Para la cena, cambia de escenario y sube a bordo. En La Nouvelle Seine, podrás disfrutar de una velada con vistas privilegiadas a Notre-Dame de Paris. Y para cerrar el día, nada mejor que un paseo hasta el Pont des Arts, desde donde contemplarás París en todo su esplendor, envuelto en una atmósfera que parece sacada de otra época.

En primavera,disfruta de un paseo junto al Canal Saint-Martin, entre tiendas, terrazas y rincones perfectos para relajarte. Para una comida rápida, nada mejor que un buen bocadillo para llevar. Apuesta por lo clásico con el parisien, el icónico bocadillo de jamón con mantequilla, disponible en cualquier panadería. Para una versión más elaborada, prueba los de The French Bastards o Chez Aline, donde dicen que sirven el mejor de París.  También puedes experimentar con la versión de Cédric Grolet. Si prefieres opciones más elaboradas, prueba el bocadillo de pollo poulet-crudité con pechuga de pollo, lechuga, tomate y mayonesa en media baguette bien crujiente. Esta opción es una delicia.  También puedes optar por el clásico club sándwich, perfecto para disfrutar en la terraza de una brasserie con un plato de patatas fritas, o para llevar en Yann Couvreur. Si buscas un toque francoamericano, prueba un lobster roll. Este bocadillo, inspirado en la costa este de EE.UU., se ha ganado un lugar en la escena gastronómica parisina. Y en París, Homer Lobster se lleva la medalla en esta categoría. Lo mejor: saborearlo en un banco público, como un auténtico parisino.También puedes disfrutar del famoso club sándwich en la terraza de una cervecería, acompañado de un plato de patatas fritas, o cogerlo para llevar en  Para una experiencia francoamericana, deléitate con un lobster roll. Este lo hemos copiado de nuestros amigos de la costa este americana, pero también te va a encantar. En París, Homer Lobster se lleva la medalla en esta competición. Disfruta de este manjar en un banco público.

Tras recorrer las calles de París en primavera, es el momento de subir a las alturas y disfrutar de un aperitivo con vistas. Si estás en Montmartre, la mejor opción es la terraza del Terrass’ Hotel. Sube directamente a la 7ª planta, no hace falta reservar, y saborea un delicioso cóctel con amigos. Cerca de Les Halles, descubre una azotea escondida en la parte superior de la oficina de correos del Louvre, conocido como ROOF. Disfruta de las vistas desde las tumbonas, come sushi o deleita tu paladar con un buen cóctel. En el Potager du Brach, sumérgete en un entorno de vegetación en lo alto del distrito 16. En este tejado convertido en jardín urbano, disfruta de vistas 360 de París en compañía de gallinas y la Torre Eiffel. Por último, después de una tarde de compras, haz un merecido descanso en Perruche, la azotea situada en lo alto de Printemps Haussmann.

Cuando llega el buen tiempo, nada mejor que ir a nadar a las piscinas más bonitas de París. La piscina Joséphine Baker, situada a orillas del Sena, se cubre y descubre dependiendo de la temporada. En el distrito16, Molitor es una piscina exterior con arquitectura Art Déco, más conocida por ser un lugar emblemático y popular para actualizar Instagram que para hacer deporte. ¿Pasa algo? En el este de París, la piscina Georges Hermant, cerca de Buttes Chaumont, te permite ponerte el bañador y disfrutar de las maravillosas vistas de los edificios circundantes mientras nadas.