Metz, el encanto de una ciudad tranquila

Metz, ciudad de la luz, ciudad patrimonio, ciudad jardín, promete al visitante disfrutar de paseos agradables en el corazón de la ciudad y a lo largo de las murallas.

La ciudad de Metz cuenta con numerosas riquezas: una de las más altas catedrales del mundo gótico, un patrimonio que combina historia y arte contemporáneo, el Centro Pompidou-Metz inaugurado en mayo de 2010)… Si a ello le añadimos la hospitalidad de sus gentes, se obtiene un cuadro lleno de encanto.

Los imprescindibles de Metz

Patrimonio arquitectónico

  • La catedral Saint-Étienne: construida entre 1220 y 1522, es el fruto de la reunión de dos iglesias. Con su bóveda con una altura de 42 metros, es uno de los mayores edificios góticos de Europa. Sus 6.500 m2 de vidrieras realizadas entre el siglo XIII y el XX por Hermann de Munster, Thiébault de Lixheim, Valentin Bousch, Jacques Villon o Marc Chagall, le han valido el apodo de “linterna de Dios”
  • El Museo de la Cour d’Or: debe su nombre al palacio de los reyes de Austrasia que antaño existía Metz. La colección arqueológica galorromana es una de las más importantes de Francia: termas conservadas in situ, la columna de Merten, el altar de Mithra… Un dédalo de salas y pasajes conduce del granero de Chèvremont (siglo XV) a los techos de Le Voué (siglo XIII) o al presbiterio de Saint-Pierre-aux-Nonnains, reputado por ser uno de los más bellos ejemplos de escultura merovingia de Europa (siglo VII).
  • El Centro Pompidou-Metz: delegación del museo parisino, diseñado por los arquitectos Shigeru Ban y Jean de Gastines, y Philip Gumuchdjian Architects para la concepción del proyecto ganador del concurso, ofrece unos espacios de exposición cubiertos por un audaz tejado que recuerda un sombrero chino. La flecha de 77 metros de altura es un guiño a 1977, año en que fue inaugurado el Centro Pompidou de París. El Centro Pompidou-Metz presenta diferentes aspectos del arte moderno y contemporáneo.
  • La Puerta de los Alemanes y las murallas: verdadera fortaleza en miniatura que cruza el río Seille. Es una de los elementos más destacados de los vestigios de las murallas medievales, que formaban una protección de 7 km con 18 puertas y 38 torres.
  • El Arsenal: renovado por Ricardo Bofill, alberga una de las más bellas salas de concierto de Europa, con una acústica excepcional y una decoración magnífica con marquetería de haya y sicomoro. Acoge en especial a la Orquesta Nacional de Lorena y presenta exposiciones prestigiosas.
  • El Barrio Imperial: construido a partir de 1902, es un destacado ejemplo del urbanismo germánico de comienzos del siglo XX. Alrededor de la imponente estación, elemento central del barrio que sorprende por su tamaño (300 metros de largo) y su estilo neorrománico, se despliega una verdadera enciclopedia de estilos históricos o nuevos: Correos, la plaza Mondon y las lujosas mansiones de la avenida Foch reinterpretan el arte románico, gótico, renacentista o barroco, y conviven con el Art Déco o el Jugendstil. El excepcional patrimonio arquitectónico que data de este periodo en Metz es objeto de una candidatura al Patrimonio Mundial de la UNESCO.
  • Las plazas: en el corazón de Metz las plazas renovadas como la plaza de Chambre (apodada la plaza gastronómica de Metz), la plaza d’Armes (siglo XVIII), la plaza medieval Saint-Louis y la plaza de la République ofrecen unos espacios de convivencia. Acogen durante todo el año numerosos eventos que las transforman en lugares de vida y de encuentros.

Jardines

  • 36 km de paseos en las orillas de los ríos Moselle y Seille… y 5 campos de golf en un radio de 25 km. Metz, con sus 40 m² de espacios verdes por habitante, se enorgullece de sus jardines. El puerto de recreo, en pleno centro de la ciudad, alza la Bandera Azul desde 2007. Situado junto al río, es el punto de partida de numerosos paseos, muy apreciados por los locales y los turistas.
  • Metz Gran Premio Nacional Luz de las Artes de la Calle: a la caída de la noche, bajo las luces de más de 13.000 proyectores, Metz se transforma en una diva de luz. La Catedral se convierte en “Linterna de Dios”, el Templo Nuevo surge del agua en medio de los muelles resplandecientes; la ciudadela medieval, las plazas construidas en piedra de oro de Jaumont y el Barrio Imperial maravillan por su belleza.

Top 10 de experiencias en Metz

  • Sueña delante del Centre Pompidou-Metz
  • Enamórate en los bancos del rio Mosela, delante del Temple Neuf
  • Deambula por las calles y callejones de la colina Sainte-Croix
  • Saborea tapas en el corazón de la ciudad
  • Respira profundamente en los jardines, clasicos o contemporáneos
  • Saluda a los poetas, espias o aventureros (Paul Verlaine, Rabelais, Pilâtre de Rozier…)
  • Descubre las historias y la Historia del Barrio Imperial
  • Olvida el tiempo que pasa mirando las vidrieras de Chagall en la catedral Saint-Etienne
  • Viaja en el tiempo en los Museos de la Cour d’Or
  • Pasea en la zona comercial y peatonal

Gastronomía en Lorena

Si la ciruela Mirabelle es el emblema gastronómico de la región de Lorena, otras especialidades locales merecen ser citadas y sobre todo saboreadas. Estos son algunos ejemplos cuya evocación basta para dar un hambre digna de Gargantúa:

  • Pertenecientes a la tradición regional, descubra el aguardiente de mirabelle y los vinos de Moselle con denominación de origen controlada;
  • Los pâtés lorenos destacan por un relleno a base de cerdo marinado con una envoltura de masa hojaldrada muy crujiente;
  • Creada en el siglo XVI, la quiche lorena disfruta una reputación mundial;
  • El París-Metz: pastelillo con colores vivos compuesto de macarrones rellenos con una muselina Arlequín y coronado por frambuesas;
  • Entre los dulces, las tartas de frutas, tôt-faits, huevos a la nieve y las especialidades con ciruela mirabelle encantarán a los más golosos.
  • Sin olvidar por supuesto la charcutería (ahumado loreno, etc.).

A saborear en los establecimientos miembros de las “Tables de Rabelais” (Mesas de Rabelais), un distintivo gastronómico del Arte de Vivir en Metz. Restauradores, oficios relacionados con la gastronomía y productores eméritos, decididos a compartir sus especialidades.

Cita en Metz, en Alsacia y Lorena