Navidad en la montaña: 4 buenas razones que convierten la festividad todavía más bella

Un año más, aprovechamos las fiestas de fin de año para reunirnos con la familia y respirar profundamente el aire fresco de la montaña. Entre los paisajes nevados, el final del día junto a la chimenea y la buena comida, ¡te prometemos una Navidad inolvidable!

#1 - Tomar una gran bocanada de aire puro

¿Qué tal un merecido soplo de aire fresco mientras esperas a Papá Noel? No hay nada como las cumbres nevadas, la nieve crujiendo bajo los pies y el viento susurrando entre los abetos. No hace falta ser un campeón de esquí para disfrutar de los placeres de la nieve en polvo. ¡Calza tus raquetas de nieve o elige una emocionante excursión en trineo tirado por huskies y sumérgete en paseos inolvidables, muchos de ellos aptos para toda la familia! ¿Escuchas eso? Es el sonido del silencio y la sensación de dejarse llevar.

#2 - Ver la nieve... y a Papá Noel

¿Conoces a algún niño que no sueñe con una Navidad nevada? Estamos haciendo todo lo posible para contentar a los más pequeños (y también a los mayores) con una Navidad mágica y de cuento en la montaña. Desde desfiles musicales e iluminados con marionetas, zancudos y personajes de todo tipo hasta descensos a la luz de las antorchas, las estaciones de esquí organizan un sinfín de actividades para las familias durante la semana de Navidad. El 24 de diciembre, no olvides poner un vaso de leche y unas galletas junto al árbol para dar las gracias a Papá Noel, al que quizás hayas visto unas horas antes en las animadas calles de las estaciones o a pie de pista.

#3 - Acurrucarse junto a la chimenea

Unas verdaderas vacaciones son aquellas en las que te tomas tu tiempo. El de leer junto a la chimenea, por ejemplo, o ver una película en familia con un buen chocolate caliente. O simplemente viendo la nieve caer sobre los abetos desde el acogedor interior de un chalet de montaña. Más tarde, iremos en trineo, pero por ahora, disfrutamos.

#4 - Un menú navideño con especialidades de montaña

¿Y si este año nos olvidamos del tradicional menú navideño y su trio foie gras-pavo-bûche? En la montaña, afortunadamente, ¡es Navidad todos los días! Ya sea en los Alpes, los Pirineos, el Jura o los Vosgos, el queso es el rey. Platos típicos como la raclette, la fondue, la tartiflette... que vienen acompañados con embutidos locales, crozets o incluso las deliciosas salchichas ahumadas de Morteau. De postre, podrás probar la tarta de arándanos, mientras que el bizcocho de Saboya acompañará tus golosas meriendas.