Qué hacer en el Valle del Loira

Salas decoradas, iluminaciones, conciertos de carillón, espectáculos infantiles, árboles de Navidad iluminados… Durante las fiestas de fin de año, el Castillo de Chambord se viste con sus mejores galas. Es la ocasión perfecta para descubrir esta joya del Renacimiento encargada por Francisco I: desde su emblemática escalera de doble hélice inspirada en Leonardo da Vinci hasta los 4.500 objetos de arte distribuidos en 60 salas. El recorrido continúa por su extenso parque, hogar de ciervos, gamos y jabalíes. Los jardines de Chambord también cuentan con un huerto ecológico.

• Navidad en Chambord

La arquitectura renacentista en toda su delicadeza. Las galerías del castillo de Chenonceau cruzan con elegancia el río Cher, y sus colecciones de arte son inestimables. Los ramos de flores también forman parte de la suntuosa decoración. Aproveche su visita al «castillo de las Damas», magníficamente decorado por Diana de Poitiers, Catalina de Médicis, Luisa de Lorena y Luisa Dupin, para participar en un taller floral.

Carlos VIII y Francisco I establecieron su residencia en esta fortaleza medieval con vistas al Loira. El primero la transformó en un palacio gótico; el segundo le dio un aire italiano y, sobre todo, invitó a Leonardo da Vinci a alojarse en ella. Sigue los pasos del genio florentino en la capilla del Castillo de Amboise, donde se encuentra su tumba, y continúa hasta Clos-Lucé, donde el artista vivió durante tres años. Allí descubrirás los bocetos y maquetas de sus inventos, expuestos en el parque contiguo.

Construido en 1532 en el emplazamiento de una fortaleza, el Castillo de Villandry fue restaurado a principios del siglo XX. Tras visitar sus interiores, decorados con gran delicadeza, da un paseo por los siete jardines temáticos, entre los que se encuentran un huerto de verduras y flores, un jardín acuático y un laberinto en el que es fácil perderse entre los bojes.

Construido en el siglo XVI en una isla del río Indre, el Castillo de Azay-le-Rideau es una joya de piedra caliza rodeada de espejos de agua, una obra maestra del Renacimiento que se puede admirar desde el río, a bordo de una canoa o una tabla de paddle surf. También puedes recorrer la ruta ciclista La Cyclo Bohème. En el interior del castillo, te espera el fastuoso salón de los marqueses de Biencourt, con más de 80 muebles y objetos de arte del siglo XIX.

Diez reinas, siete reyes... Visitar el Castillo de Blois es como asistir a una clase de historia de Francia desde el siglo XIII hasta el XVII. Desde los aposentos reales hasta el Museo de Bellas Artes, pasearás por un lugar de poder y acontecimientos políticos trascendentales, como el asesinato del duque de Guise o la fuga de la reina María de Médicis. En verano, el patio del castillo se transforma en un teatro al aire libre con la proyección de un espectáculo de luz y sonido en las fachadas del castillo.

Especies raras, flores insólitas... Cada año, de abril a octubre, Chaumont-sur-Loire rinde homenaje al arte de los jardines en su festival internacional. Si tienes buena mano para las plantas y alma poética, pasea por las 10 hectáreas de la finca para llenarte de ideas, descubrir creaciones paisajísticas de todo el mundo y admirar jardines experimentales, incluso por la noche durante los espectáculos nocturnos.

• Paseamos por los jardines de los castillos del Valle del Loira

Desde su promontorio rocoso, la Fortaleza real de Chinon goza de una ubicación estratégica. Desde la antigüedad, esta fortaleza ha sido escenario de guerras y acontecimientos históricos. Juana de Arco se reunió allí con el rey Carlos VII para pedirle tropas con las que liberar Orleans del yugo inglés durante la Guerra de los Cien Años. Desvela los misterios de esta fortaleza participando en un juego de escape, tras la pista de una capilla secreta... ¡Abrimos nuestros grimorios!

Menos frecuentados que Chambord o Chenonceau, los pequeños castillos del Valle del Loira merecen igualmente una visita. Desde los amores secretos de Pierre de Ronsard en el Castillo de Talcy hasta los carruajes del Castillo de Villesavin, pasando por la Galería de los Ilustres del Castillo de Beauregard, decorada con 300 retratos de personajes históricos, estas joyas arquitectónicas también guardan tesoros y muchas historias.

• 5 castillos poco conocidos del Valle del Loira que no te puedes perder

No hay nada como un paseo en bicicleta para explorar el Valle del Loira a tu propio ritmo y detenerte donde más te apetezca. Con más de 900 kilómetros, la ruta ciclista La Loire à Vélo sigue el cauce del río real pasando por Orleans, Blois, Amboise y Tours. Además, varias rutas circulares señalizadas permiten acceder a castillos imprescindibles como Chambord, Chenonceau, Cheverny o Loches. Una forma perfecta de ejercitar cuerpo y mente mientras disfrutas del paisaje.

• El Valle del Loira en bicicleta con amigos

Cada verano, a los pies del Castillo de Semblançay, al norte de Tours, un espectáculo en vivo recorre la historia de la región, desde la época galorromana hasta la Revolución Francesa, gracias a más de 600 actores vestidos con trajes de época, combatientes, especialistas y jinetes. Una velada mágica entre fuegos artificiales, hogueras y fuentes acuáticas.

Capital histórica del Valle del Loira... y de Francia en tres ocasiones a lo largo de la historia, Tours es una parada obligatoria durante una estancia en el Valle del Loira. Comienza con una visita al Centro de Creación Contemporánea Olivier Debré para descubrir colecciones de arte contemporáneo y una selección de obras del artista Olivier Debré, maestro de la abstracción en Francia. A continuación, haz una pausa gastronómica en una animada cafetería de la plaza Plumereau, rodeada de casas con entramado de madera, antes de admirar las vidrieras de la catedral de Saint-Gatien, construida a partir del siglo XII. Y no te vayas sin dar un paseo por el parque de la Gloriette, un pulmón verde de casi 200 hectáreas situado al sur de la ciudad.

Chinon, Bourgueil, Vouvray, Sancerre... los viñedos del Valle del Loira se extienden a lo largo de varios cientos de kilómetros. Alrededor de Sancerre, clasificado como uno de los Pueblos más Bellos de Francia, hay 3.000 hectáreas de viñedos por descubrir en la orilla izquierda del río, que producen vinos blancos sutiles, tintos sorprendentes y rosados afrutados. No dudes en cruzar la puerta de las fincas con la etiqueta «Vignobles et Découvertes» (Viñedos y Descubrimientos) y conocer a apasionados viticultores.