«El verdadero hogar de los reyes, la casa de los siglos». Así se expreso Napoleón 1er refiriéndose al Castillo de Fontainebleau, residencia de los soberanos y un verdadero libro abierto sobre 800 años de la realeza (del siglo XII al XIX ).
Patrimonio mundial de la UNESCO
Fontainebleau, clasificado como Patrimonio mundial de la UNESCO, testimonio de la vida de la realeza, reinas y emperadores de Francia que marcaron su huella en el palacio aportando su toque personal, sobre la arquitectura y las artes decorativas.
De la Edad Media a… Napoleón III
Históricamente, las primeras huellas del castillo se remontan al año 1137. Siempre presente el magnífico torreón medieval, del cual se desarrollarían a su alrededor las sucesivas torres. Notablemente aquellos liderados por François 1er (XVI siglo), que transformará Fontainebleau en un palacio de estilo renacentista. De este periodo data la creación de la sala de baile, los edificios de la Cour du cheval Blanc que compiten en belleza con la Porte Dorée y las destacadas decoraciones compuestas de frescos, estuco y paneles de madera.
130 hectáreas de vegetación
Si François 1 fue el primer soberano en expandir el castillo de Fontainebleau, Henri IV, completó los trabajos alrededor del edificio. ¿Sus activos? Los magníficos jardines y sus caminos repartidos en 130 hectáreas.
El símbolo, la escalera de herradura
Los soberanos de la dinastía de los Bourbons son sin lugar a duda los más grandes benefactores de Fontainebleau. Le debemos por ejemplo a Louis XIII, la escalera de herradura de estilo renacentista, símbolo del castillo.Una vez que termines de subir las escaleras, tienes que contemplar la riqueza de las 1500 piezas del castillo, renovadas bajo el liderazgo de Louis XV y Louis XVI. Si el primero trabajó para la creación de nuevos alojamientos para recibir a su corte, el segundo dio al lugar unas esplendidas decoraciones.
Los muebles bajo Napoleón
Después de los daños hechos durante la Revolución francesa, se tuvo que esperar al reinado de Napoleón y de Louis Philippe (1er y segundo imperio, siglo XIX ) para que Fontainebleau fuera reformado totalmente. Las galerías, el teatro, las 3 capillas, los 4 museos te alegrarán también. Una verdadera lección de ¡historia del arte! pero también un recorrido iniciático en línea con el cotidiano de sus huéspedes: el trono de Napoleón, cuadros y mobiliario diverso, que atestiguan una gran parte de la vida de los huéspedes de Fontainebleau.
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