La región Nouvelle-Aquitaine, situada a tan solo unos pasos de España, es un paraíso que, más allá de su capital Burdeos, ofrece castillos de cuento, vinos excepcionales, paisajes de ensueño y uno de los patrimonios prehistóricos más importantes del mundo. En este artículo, Elena y Víctor (@viajeroextranjero) te invitan a recorrer esta increíble región, desde la elegante ciudad de Burdeos hasta los valles del Vézère y el Dordoña, dos de los rincones más impresionantes de toda Francia.
#1 - Día 1 y 2 - Burdeos, el secreto mejor guardado del sur de Francia
Burdeos, France
La primera parada de nuestro viaje fue la vibrante ciudad de Burdeos (capital de la región Nouvelle-Aquitaine), una ciudad que, pese a su belleza y gran oferta cultural, aún es relativamente desconocida entre el público español. Muchos la llaman "la pequeña París", y al recorrer sus calles es fácil de entender por qué. Su majestuosa arquitectura, sus amplias plazas y sus elegantes edificios evocan el mismo esplendor que la capital francesa, pero en un formato más accesible y acogedor.

Durante los dos días que pasamos explorando la ciudad, visitamos algunos de sus puntos más emblemáticos. Empezamos por la Puerta de Cailhau, una imponente entrada medieval que parece sacada directamente de un cuento. Continuamos hacia la Grosse Cloche, un antiguo campanario que alguna vez fue parte de las murallas que protegían la ciudad, y desde aquí recorrimos lugares como la Plaza de la Comédie (donde se encuentra su increíble Ópera), el Puente de Piedra a orillas del Garona (construido por Napoleón en el siglo XIX), o la catedral de Burdeos junto a la espectacular Torre Pey-Berland, desde donde se obtienen las mejores vistas de la ciudad.

Y, por supuesto, no nos podíamos ir sin visitar la Cité du Vin, el museo del vino más grande del mundo, con una arquitectura única y donde aprendimos sobre la milenaria tradición vinícola de Burdeos.
Sin embargo, el lugar que más nos sorprendió durante nuestra visita a la ciudad fue la Plaza de la Bolsa y su famoso Miroir d'Eau. Este enorme espejo de agua refleja la elegante arquitectura de la plaza, creando una ilusión óptica que parece multiplicar la belleza del entorno. Pasear por aquí al atardecer fue, sin duda, uno de los momentos más mágicos de nuestro viaje.

Movilidad sostenible en Burdeos
Burdeos es una ciudad que invita a recorrerla de manera sostenible. Todos sus puntos turísticos se encuentran muy cerca unos de otros, y recorrer sus calles es una auténtica maravilla, por lo que es una ciudad perfecta para ser visitada a pie o en bicicleta. Nosotros alquilamos nuestras bicis en la tienda de Esprit Cycles, situada justo al lado de una de las antiguas puertas de entrada a la ciudad, y la verdad es que la experiencia fue genial y consideramos que es una idea súper buena a la hora de visitar Burdeos.
Además, la ciudad cuenta con un excelente sistema de transporte público, que combina los buses con los tranvías, los cuales conectan el aeropuerto directamente con el centro, y facilitan el acceso a todos los rincones de la ciudad. Esta apuesta por la movilidad verde no solo hace que la experiencia sea más placentera, sino que también ayuda a reducir el impacto medioambiental del turismo, algo cada vez más importante.
Alojamiento recomendado en Burdeos
En cuanto al alojamiento, nuestra estancia en el hotel Mondrian Bordeaux Les Carmes fue espectacular. Este elegante hotel, ubicado en un emblemático edificio del siglo XIX, nos ofreció una experiencia de lujo cuidada al detalle. Cuenta con spa y piscina, y el trato que recibimos fue inmejorable. Burdeos tiene una oferta hotelera para todos los bolsillos.
#2 - Día 3 - Saint-Émilion, cuna del vino francés y el Valle del Dordoña
Saint-Émilion, France
Tras despedirnos de Burdeos, recogimos nuestro coche de alquiler y nos dirigimos al famoso pueblo de Saint-Émilion, una pequeña joya Patrimonio de la Humanidad, rodeada de viñedos. Situado a apenas 40min en coche o en tren desde Burdeos, Saint-Émilion es mucho más que un bonito pueblo medieval: es uno de los centros vinícolas más importantes de Francia, conocido por producir algunos de los mejores vinos del mundo.
Además, cuenta con un impresionante patrimonio histórico, protagonizado por su espectacular iglesia monolítica, una antigua iglesia del siglo XI excavada literalmente en la roca de la montaña, y que constituye la iglesia subterránea más grande de Europa, con una nave central que se eleva hasta los 11 metros.

Durante nuestra visita, tuvimos la oportunidad de hacer una cata de vinos en el prestigioso Château la Croizille, una bodega situada en un mirador privilegiado desde donde se divisan kilómetros de viñedos. Aprendimos sobre el proceso de elaboración del vino, desde la recolección de las uvas hasta el envejecimiento en barrica, y pudimos catar algunos de sus vinos.
Posteriormente, proseguimos nuestro camino hacia los valles del Vézère y el Dordoña, haciendo una breve parada en el Château de Hautefort, un castillo precioso con estilo único y una historia muy sorprendente.
#3 - Día 4 - El Valle del Vézère: Patrimonio Mundial de la UNESCO
Lascaux, Montignac-Lascaux, France
Nuestro siguiente destino fue el Valle del Vézère, reconocido como capital de la arqueología prehistórica. Este increíble valle alberga algunos de los yacimientos prehistóricos y cuevas con pinturas más importantes del mundo, incluida la impresionante cueva de Lascaux, seguramente la cueva prehistórica más famosa del mundo. El sitio prehistórico del valle del Vézère es Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO por su excepcional interés tanto a nivel etnológico como antropológico y estético.

La visita a Lascaux fue una de las experiencias más emocionantes de todo el viaje, y uno de los lugares más impresionantes que hemos visto nunca. Aunque la cueva original está cerrada al público para preservar sus pinturas, se ha creado una reproducción tan detallada que es imposible notar la diferencia. Estar rodeado de pinturas rupestres de más de 20.000 años de antigüedad es algo que te deja sin palabras. Las explicaciones de nuestra guía nos transportaron al momento en que los jóvenes exploradores descubrieron la cueva en 1940, revelando al mundo un tesoro escondido durante milenios. Lascaux es, sin duda, la "Capilla Sixtina de la Prehistoria", y una parada obligatoria para cualquier amante de la historia.
En nuestro caso, nos alojamos en el Hotel Restaurant Le Petit Monde, en Montignac, a dos pasos de la Cueva de Lascaux.

Después de visitar Lascaux, nos dedicamos a explorar algunos de los Pueblos Más Bonitos del Valle del Vézère, como Saint-Amand-de-Coly y Saint-Léon-sur-Vézère, ambos reconocidos en la lista de los "Pueblos Más Bonitos de Francia". Sus calles empedradas, casas de piedra y pequeños ríos que serpentean entre los edificios crean una atmósfera mágica que parece sacada de otro tiempo.
Durante nuestro recorrido también visitamos varios castillos impresionantes, como el Château de Losse (ubicado en un entorno espectacular a orillas del Vézère, con unos preciosos jardines galardonados con la etiqueta de «jardín notable»), el Château de Commarque (una fortaleza propiedad de la familia epónima, que se empeña en conservarla), y el Château de Puymartin (que destaca por su mobiliario y la leyenda de la Dama Blanca). Estos castillos, cada uno con su propia historia y encanto, están situados en paisajes bucólicos y ofrecen una visión única de la vida en la Francia medieval.
#4 - Día 5 - De vuelta al medievo en Sarlat y el Valle del Dordoña
Sarlat-la-Canéda, France
Uno de los momentos más especiales de nuestro recorrido fue la visita a Sarlat-la-Canéda, un pueblo medieval increíblemente bien conservado, situado en la confluencia de los valles del Vézère y del Dordoña. Este encantador pueblo, con etiqueta “Ciudad de Arte e Historia”, cuenta con el mayor número de monumentos históricos por metro cuadrado de toda Europa, lo que lo convierte en un auténtico museo al aire libre.
Al caminar por sus estrechas calles empedradas, rodeados de casas de piedra y edificios que datan de la Edad Media, sentimos que habíamos viajado en el tiempo. Cada rincón de Sarlat parece sacado de un cuento, con sus plazas pintorescas y sus antiguas fachadas de color ocre.
Una de las características más impresionantes de Sarlat es que muchas de sus farolas aún funcionan con gas, y al caer la noche se crea una atmósfera única. Sarlat, sin duda, nos dejó completamente enamorados, y su ambiente medieval lo convierte en una parada imprescindible para cualquier visitante de la región.
Como recomendación extra, si vuestra visita a Sarlat coincide en miércoles o en sábado estáis de suerte, ya que en estos días se celebra durante todo el año un mercado tradicional al aire libre, ideal para descubrir y probar los famosos productos locales.

Otra parada memorable fueron los Jardines de Marqueyssac, unos jardines colgantes situados sobre un acantilado con vistas espectaculares al valle. Pasear por sus senderos bien cuidados y disfrutar de las vistas panorámicas fue una experiencia inolvidable.
Nosotros nos alojamos en el Hôtel Le Renoir, un hotel con encanto situado en el centro de la ciudad.

Si el Valle del Vézère es conocido por su historia prehistórica, el Valle del Dordoña es famoso por su increíble concentración de castillos y pueblos medievales. Este valle es una de las joyas más impresionantes de Francia, y recorrerlo es como viajar en el tiempo. Además, este lugar tan espectacular goza de una naturaleza intacta y de un entorno excepcional, y ha sido reconocido por la UNESCO como Reserva Mundial de la Biosfera.
Visitamos dos de los pueblos más bellos de la región: Beynac-et-Cazenac y La Roque-Gageac, ambos situados a orillas del río Dordoña y reconocidos dentro de los "Pueblos Más Bonitos de Francia". Estos pueblos parecen congelados en la Edad Media, con sus casas de piedra, sus callejuelas empinadas y los castillos que los vigilan desde lo alto de los acantilados.
Uno de los castillos más impresionantes que visitamos fue el Château de Castelnaud-la-Chapelle, una fortaleza que domina el valle y que fue clave en la defensa de la región durante la Guerra de los Cien Años. También nos impresionó el Château des Milandes, que fue hogar de la famosa cantante y bailarina Josephine Baker.
#5 - Día 6 - Périgueux, historia y arquitectura en el camino de vuelta
Périgueux, France
De camino a Burdeos, hicimos una última parada en la ciudad de Périgueux, famosa por su imponente catedral, que sirvió de inspiración para la construcción de la Basílica del Sacré-Coeur en París. Esta ciudad histórica, clasificada Ciudad de Arte e Historia, es un lugar perfecto para despedirse de la región, con sus vestigios galo-romanos, su barrio medieval y renacentista, su rica arquitectura y su ambiente tranquilo. Y si tu visita coincide en sábado no puedes perderte su mercado al aire libre, donde encontrarás los mejores productos de la región.
Gastronomía en Nouvelle-Aquitaine

Y si todo esto fuera poco, otro de los grandes atractivos de esta región es su famosa gastronomía. Además de por sus emblemáticos vinos, esta región es mundialmente conocida por otras delicatessen como su foie gras, sus nueces o sus trufas, consideradas de las mejores del mundo.
La experiencia gastronómica en este viaje es espectacular, y todos los restaurantes que hemos probado han sido una maravilla. En cuanto a recomendaciones, durante nuestra estancia en Burdeos tuvimos la suerte de comer en unos de los mejores restaurantes de la ciudad:
- Le Gabriel, en plena plaza de la Bolsa;
- La Tupina, un clásico bistró francés con más de 50 años de historia;
- Le Quatrième Mur, donde el chef Philippe Etchebest ofrece una cocina innovadora y llena de sabor;
- Morimoto Bordeaux, un restaurante que fusiona la alta cocina francesa con toques asiáticos y que personalmente nos pareció espectacular.
Conclusión: Nouvelle-Aquitaine, un destino por descubrir
Nouvelle-Aquitaine es un destino único que combina historia, naturaleza, cultura y gastronomía de manera espectacular. Desde la vibrante ciudad de Burdeos, con su atmósfera cosmopolita y su apuesta por el turismo sostenible, hasta los impresionantes paisajes del Valle del Dordoña y las joyas prehistóricas del Valle del Vézère, la región ofrece un sinfín de experiencias que invitan a ser descubiertas.
Sus pintorescos pueblos medievales, como Sarlat-la-Canéda o Beynac-et-Cazenac, nos transportan a otra época, mientras que sus castillos y monumentos históricos reflejan la riqueza cultural y arquitectónica de la zona. La cueva de Lascaux nos recuerda el legado prehistórico de la humanidad, haciéndonos partícipes de un viaje en el tiempo único.
No obstante, a pesar de su inmensa riqueza, Nouvelle-Aquitaine sigue siendo un destino relativamente poco explorado por el turismo masivo, lo que la convierte en un lugar ideal para aquellos que buscan experiencias auténticas, rodeados de la tranquilidad de sus paisajes y la calidez de su gente. Con fácil acceso desde España y una oferta cultural y natural incomparable, esta región es, sin duda, un tesoro por descubrir.
Consejos y Recomendaciones
Con vuelos directos a Burdeos por tan solo 20€ desde ciudades como Madrid o Barcelona, descubrir Nouvelle-Aquitaine se convierte en una oportunidad accesible para todos aquellos que buscan un destino auténtico, lleno de historia y sin el bullicio del turismo masivo.

Por Elena y Víctor - ViajeroExtranjero
Detrás de ViajeroExtranjero encontramos a Elena y Víctor, una pareja viajera con más de 778 mil seguidores en Instagram. En su perfil encontrarás itinerarios y recomendaciones para tus viajes.