Qué hacer en Biarritz y el País Vasco

La cultura del surf está muy presente en el País Vasco desde los años 50. Biarritz, cuna del surf en Francia, cuenta con numerosos lugares para practicar este deporte, empezando por la Côte des Basques, una de las principales playas de la ciudad. Otras playas también son ideales para practicar surf, como la Grande Plage o la Miramar. Para disfrutar de unas vacaciones perfectas en el País Vasco, los amantes del surf también pueden intentar domar las olas del Atlántico en Anglet, Bidart, Guéthary o San Juan de Luz.

El surf no es la única actividad deportiva que se practica en el País Vasco. Hay nada menos que 16 campos de golf situados a menos de una hora de Biarritz: Ilbarritz, Arcangues, Biarritz le Phare, Chiberta o Urrugne, con sus vistas panorámicas de la Corniche Basque. Cuentan con unas instalaciones de gran calidad y se encuentran entre los más bellos de Francia, entre el océano y la montaña.

En el corazón del macizo de la Rhune, una experiencia impresionante permite disfrutar de una vista panorámica de la cordillera de los Pirineos y del océano Atlántico, a 905 metros de altitud. Durante el ascenso, que dura unos 40 minutos, se puede contemplar el paisaje a bordo de un auténtico tren cremallera, así como la fauna local, compuesta por potok salvajes (ponis), ovejas manech y buitres leonados...

Por un lado, la cordillera de los Pirineos; por el otro, el océano Atlántico con sus olas rompiendo en la orilla. El sendero del litoral vasco es un paseo de 25 kilómetros entre Bidart y Hendaya que ofrece magníficas vistas. Por el camino, hay que hacer algunas paradas para hacer fotos: el puerto de Guéthary, el fuerte de Socoa, la punta Sainte-Barbe y su pequeña capilla en Saint-Jean-de-Luz, los escarpados acantilados de la Corniche vasca, el Castillo de Abbadia en Hendaya, uno de los tesoros arquitectónicos del País Vasco clasificado como monumento histórico.

Si buscas el bosque de hayas más grande de Europa, ¡lo encontrará en el País Vasco! En verano, hay varias rutas de senderismo que permiten llegar al pico de Orhy, situado a más de 2.000 metros de altitud. También se puede explorar el bosque de Iraty en bicicleta de montaña o en patinete. Para observar las aves migratorias, plantéate una estancia en otoño, así podrás disfrutar del clima templado de esta estación.

La pelota vasca es un deporte técnico y espectacular que se practica de formas muy diversas según el lugar, la herramienta de juego (pala, paleta, cesta…) y el tipo de pelota. Ya sea en el trinquet, en el frontón de 36 m o de 54 m, o al aire libre, con paleta de cuero o de goma hueca, ¡la diversión y el buen ambiente está garantizado! Varios clubes del País Vasco ofrecen cursos de iniciación, especialmente en San Juan de Luz. Solo hay que informarse en la oficina de turismo.

Nada menos que seis centros de talasoterapia te esperan en la costa vasca para que disfrutes de los beneficios del océano Atlántico durante tus vacaciones a orillas del mar, con los pies en la arena. La playa de Marbella o la playa del Miramar frente al peñón del mismo nombre en Biarritz, la playa de los Cavaliers en Anglet, la Gran Playa de San Juan de Luz o la playa de Hendaya, muy cerca de la Corniche vasca... Solo tienes que elegir el escenario.

La emperatriz española, esposa de Napoleón III, amaba tanto Biarritz que en 1855 mandó construir allí la Villa Eugénie, con vistas a la gran playa, que más tarde se convertiría en el Hôtel du Palais. Esta maravilla arquitectónica de ladrillo rojo, recientemente restaurada, es un hotel de 5 estrellas clasificado entre los 30 Palaces franceses.

No hay nada como asistir a las fiestas tradicionales para sumergirse en la cultura vasca. Además de los partidos de pelota vasca, se salta, forman corros y bailan al son del txistu y el tamboril y se canta hasta muy tarde (o muy temprano). Si bien las fiestas de Bayona son las más conocidas, hay muchas otras citas festivas que tienen lugar en los pueblos del País Vasco francés.

Aprovecha tu estancia en Biarritz y el País Vasco francés para degustar las numerosas especialidades locales. Para abrir el apetito, comienza por pasear por los pasillos de los mercados locales, como los de Saint-Jean-Pied-de-Port, Ainhoa o La Bastide-Clairence, clasificados entre los Pueblos más Bonitos de Francia. Los más golosos se dejarán tentar por un pastel vasco relleno de crema pastelera o una tableta de chocolate de Bayona. El Atelier du Chocolat es una parada gastronómica imprescindible, con visitas guiadas para aprender más sobre este saber hacer local. El pimiento de Espelette, el jamón de Bayona, el queso Ossau-Iraty, el pollo a la vasca y el vino de Irouléguy también forman parte de las especialidades del suroeste de Francia que se pueden descubrir en el País Vasco.

En el corazón del casco antiguo de Biarritz, bajo la iglesia Sainte-Eugénie, el puerto pesquero, con su pequeña playa y sus pocos barcos amarrados, ha sabido conservar su autenticidad. Es un placer sentarse en la terraza de una de las antiguas casas de pescadores para degustar pescados y mariscos.

Las cuevas decoradas de Isturitz y Oxocelhaya, joyas del País Vasco situadas en el interior, a unos treinta minutos de la estación termal de Cambo-les-Bains, ofrecen un fascinante viaje al corazón de la prehistoria. Entre espectaculares concreciones y pinturas rupestres, los visitantes descubren el patrimonio natural y arqueológico de la región mientras disfrutan de un momento al frescor en verano.

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