¿Cómo sería la Navidad sin su árbol y sus adornos? En Meisenthal, en las Montañas de los Vosgos, se perpetúa la tradición de la bola de Navidad de vidrio soplado. France.fr te abre las puertas del Centre international d'art verrier y te descubre los secretos de fabricación de la decoración navideña más famosa.
Érase una vez...
Cuenta la leyenda que la bola de Navidad se inventó en 1858, cuando no había fruta para decorar los árboles de Navidad debido a la sequía. Un soplador de vidrio de Goetzenbruck, en el Macizo de los Vosgos, tuvo entonces la idea de soplar unas bolas de vidrio para alegrar los árboles de Navidad. Así nació una tradición que desde entonces adorna los árboles de Navidad.
El renacer de un saber hacer
La fábrica de vidrio de Goetzenbruck comenzó entonces con éxito la fabricación de bolas decorativas, antes de ser superada por el auge del plástico en la década de 1960 y poner fin a la producción. No fue hasta finales de la década de 1990 que el pueblo vidriero vecino Meisenthal decidiera revivir esta tradición.
Transmisores de la memoria
Desde 1998, el Centro Internacional de Arte del Vidrio (CIAV) de Meisenthal perpetúa el savoir faire de los vidrieros de Goetzenbruck con la producción de bolas de Navidad de vidrio soplado.
Tradicional o contemporánea
El Centre international d'art verrier (centro Internacional de arte en vidrio) ofrece ahora dos colecciones de adornos navideños que se pueden descubrir en un nuevo recorrido: una línea tradicional y otra contemporánea. Esta última se enriquece cada año con una nueva pieza firmada por un diseñador.
Mi bonito abeto
Durante todo el mes de diciembre, el taller de vidrio de Meisenthal invita a descubrir sus últimas creaciones con una exposición y demostraciones. También es una oportunidad para ampliar su colección de adornos navideños y llevarse en la maleta un pequeño recuerdo del saber hacer de estos maestros vidrieros.
"Grip"
En 2025, el artista francés Lucas Lorigeon presentó «Grip», una bola de Navidad antideslizante que no se escapará de las manos gracias a sus pequeñas estrías. Diseñadas para evitar pequeños percances durante la cena familiar navideña, las estrías que adornan esta original creación resultan especialmente estéticas gracias a sus efectos ópticos. Según el diseñador, el objetivo no era crear una bola irrompible, sino facilitar su agarre. ¡Más vale prevenir que curar!
Cada año se fabrican entre 40.000 y 45.000 ejemplares en el taller del Centro Internacional de Arte del Vidrio de Meisenthal.
Estrellas terrestres
La vidriería de Meisenthal incluye el Centro Internacional de Arte del Vidrio, la Halle Verrière y el Museo del Vidrio. Forma parte de la constelación Estrellas Terrestres, que agrupa tres excepcionales sitios dedicados al vidrio del Parque Natural Regional de los Vosgos del Norte, junto con el Museo Lalique de Wingen-sur-Moder y el Museo Grand Place del Cristal Saint-Louis.
Por France.fr
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