Un zoológico en las murallas, un museo en una piscina, un hurón que vende libros y gofres que huelen a vainilla... Descubre en familia las bonitas sorpresas que depara la capital de Altos de Francia.
Al asalto del zoo
Famosa por sus casas de ladrillo rojo del siglo XVII, sus calles peatonales adoquinadas y su Grand'Place, Lille conserva con orgullo su patrimonio histórico. En torno a la ciudadela fortificada por Vauban se ha creado un magnífico parque que se ha convertido en un verdadero paraíso para las familias. Allí se encuentra el Cita-Parc, con atracciones temáticas inspiradas en insectos y flores. El parque también alberga un zoológico en miniatura, reabierto en 2025, que es hogar de más de 350 animales pertenecientes a 77 especies, desde lobos de crin hasta pandas rojos. Este recorrido no solo invita a descubrir un mundo fascinante, sino que también promueve la conciencia sobre la protección de la biodiversidad a través de múltiples actividades y eventos.
Sumergirse en el Arte en La Piscine
El New York Times ha clasificado a La Piscine entre los museos más fascinantes del mundo. Hay que decir que esta antigua piscina de estilo Art déco debería divertir a los pequeños curiosos con su hermosa piscina, su gran trampolín y estatuas y obras de arte, firmadas por Rodin, Claudel, Miró o Picasso, ¡expuestas hasta en los vestuarios y cabinas de ducha! Visitar el Museo de Arte e Industria André Diligent en Roubaix, recién ampliado y reabierto al público, es fácil: simplemente hay que tomar el metro desde el centro de Lille.
Degustar una gofre en Méert
¡La receta está bien guardada! Durante casi 250 años, Maison Méert ha deleitado a golosos, grandes y pequeños, con sus famosos gofres de vainilla de Madagascar. Es imposible visitar Lille sin sucumbir a esta delicia suavemente perfumada. Puedes llevártelos o disfrutarlos en la trastienda, una encantadora sala de té de época repleta de fantasías dulces.
Demorarse en la Estación Saint-Sauvuer
Una antigua estación de mercancías rehabilitada y transformada en un vasto espacio cultural y de ocio, este es un lugar que gustará a toda la familia. Juegos, fiestas y espectáculos en la explanada, exposiciones, proyecciones y conciertos en el hall... Durante todo el año suceden cosas. Nos sentamos en la terraza bajo el gran hall, en el Bistrot de Saint So, un bar-brasserie perfecto para disfrutar de la animación y donde los niños son bienvenidos.
Husmear en Furet du Nord
Hace mucho tiempo, en la región de Altos de Francia, se cazaban conejos con hurones. En el lugar que ocupaba un almacén de pieles, se creó una librería en 1936 en el Grand'Place de Lille. Tomó, como un guiño a esa tradición local, el nombre de Furet du Nord (hurón del norte). Actualmente nos encontramos con la sección de literatura juvenil más grande de Francia y una ludoteca educativa, 700 m² de libros y juegos, etc. para contagiarse de la lectura, incluso en inglés con la selección "English books by Furet".
Tomar el aire viendo esculturas
Un museo en pleno corazón de un gran parque… Así es LaM, el Museo de Arte Moderno, Contemporáneo y de Arte Brut de Lille Métropole. Los más curiosos podrán explorar su fascinante colección y participar en talleres en familia. Otros, simplemente, disfrutarán del entorno natural entre esculturas al aire libre. Descansar sobre la hierba, a la sombra de un gran móvil de Calder, seguramente dejará boquiabierto a más de un pequeño parlanchín. ¿Prefieres esculturas de mimbre y amplias zonas verdes para jugar o hacer un picnic? Entonces el jardín des Géants es el lugar perfecto. Un espacio ideal para relajarse y disfrutar al aire libre con los niños.

Por Pascale Filliâtre
Periodista y viajera.
A menudo, he ido hasta la otra punta del planeta para encontrar lo que Francia nos ofrece… justo al lado. [email protected]