La situación privilegiada de Honfleur, en Normandía, a las puertas del País de Auge y a la Costa Fleurie ofrece, en cualquier temporada, un lugar ideal para una estancia. Ciudad normanda medieval, impresionista y marinera.
La pequeña ciudad marítima invita a descubrir sus callejones pintorescos y sus viejas casas en el corazón de un sector protegido de 37 hectáreas. Ha sabido preservar y poner en valor un rico patrimonio histórico y artístico. Cuenta con un puerto, a la vez comercial y deportivo.
Honfleur, ciudad medieval
Puerto desde la época galo-romana, la ciudad se desarrolló hacia el siglo X antes de convertirse en uno de los puertos más importantes del ducado de Normandía. Al comienzo de la Guerra de los Cien Años, Honfleur se transformó en una fortaleza militar encargada de defender la entrada del río real, el Sena, contra los ingleses, que ocuparon la otra orilla de la ciudad durante unos cuarenta años. Las murallas fueron desmanteladas a finales del siglo XVII; el único vestigio todavía visible hoy en día es la Lieutenance, la antigua puerta fortificada. También se pueden recorrer los viejos callejones empedrados del Enclos, antiguo sector fortificado.

Honfleur, ciudad artística
El Sena siempre inspiró a poetas y pintores. Honfleur, situada a orillas de su estuario, vio nacer en el siglo XIX a numerosos artistas, pintores, escritores y músicos. Los pintores, particularmente sensibles a la luz del estuario, frecuentan Honfleur desde el siglo XVIII, aunque es a principios del XIX cuando llegan en mayor número. Desde 1810-1820 descubren en Honfleur un panorama romántico, formado por las dos colinas que rodean la ciudad medieval. Toda una serie de grandes artistas se suceden: Bonington, Turner, Huet, Corot, Isabey. Luego la generación siguiente: Mozin, Dubourg, Jongkind, y también Monet y Bazille. Más tarde llegarían Vuillard, Vallotton, Dufy y Friesz. El Museo Eugène Boudin posee una importante colección de estos pintores del estuario.

Honfleur, ciudad marítima
Después de la Guerra de los Cien Años, comienza a gestarse la prestigiosa historia marítima de Honfleur. El puerto desarrolla una importante actividad de pesca de bacalao en las costas de Terranova. Paralelamente, Honfleur se convierte en puerto de salida para los navegantes que desean organizar expediciones hacia el Nuevo Mundo. En particular, Samuel de Champlain parte de Honfleur en varias expediciones de exploración hacia Canadá y acabará fundando la ciudad de Quebec y el territorio de la Nouvelle-France. El Viejo Estanque (su lugar más célebre) fue ampliado por orden de Colbert en 1670, lo que da muestra de la vitalidad del puerto en aquella época. En el siglo XVIII, el comercio con Canadá y con las Antillas alcanzó su punto más álgido.

Por France.fr
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