¿Qué hacer en Saint-Gervais Mont-Blanc durante el verano? Gracias al Valenciaphoto y a la exposición «Fotografiar el Mont Blanc en 360°» de Bernard Tartinville en el Institut français de Valencia, Jorge ganó un gran premio: una semana en el encantador pueblo de Saint-Gervais, en los Alpes franceses, la auténtica puerta al Mont Blanc. Sigue sus pasos y descubre este destino de naturaleza y bienestar situado a los pies de la mítica cumbre.
Estancia en Saint-Gervais, un premio deseado
Todo empezó en la cuenta Facebook de Explore France, donde vi que regalaban un viaje a Saint-Gervais Mont-Blanc en los Alpes. Simplemente había que contestar cómo llamarías tú al mítico Mont Blanc, y la respuesta más original tendría el premio. ¿Qué tenía que perder? Nada. Lo pensé detenidamente y la idea llegó a mi cabeza. Lo llamaría LA MONT (Maravilla Originada por la Naturaleza en la Tierra). Unas semanas después... Voila ! Había sido el ganador y podía disfrutar de una estancia de una semana en Saint-Gervais Mont-Blanc para 2 personas en un apartamento con un "Pass Loisirs Semaine Eté" (que me daba derecho entre otras cosas a disfrutar de varios teleféricos) y dos entradas para el maravilloso parque termal los Bains du Mont Blanc.
Elegí el verano y el mes de agosto concretamente para disfrutar de este increíble viaje a los Alpes, puesto que soy un chico muy deportista que ama la naturaleza y le encanta hacer senderismo viendo paisajes de ensueño. ¡Y qué paisajes me iba a encontrar! Mis 3 pasiones juntas: viajar, deporte y naturaleza. ¡Mejor imposible!
Llegar a Saint-Gervais
Lo primero era ver cómo llegar a Saint-Gervais Mont-Blanc desde Madrid, y los aeropuertos más cercanos que tenían vuelos desde Madrid eran Ginebra y Lyon. Como me parecen dos ciudades fantásticas por descubrir, aprovechamos y fuimos la ida por Ginebra y la vuelta por Lyon. La verdad que fue muy fácil el traslado, ya que desde el mismo aeropuerto de Ginebra hay un autobús que te lleva a Saint-Gervais Mont-Blanc en algo menos de una hora con unas vistas durante el recorrido tremendas, mientras que en la vuelta para Lyon cogimos unos billetes de tren que hizo un par de trasbordos y nos dejaron en el centro de Lyon en poco más de dos horas.
Como sabía que tenía además 6 días enteros en Saint-Gervais Mont-Blanc, aprovechamos para conocer estas dos ciudades en la ida y en la vuelta. En la vuelta pudimos asombrarnos con el rico patrimonio arquitectónico de Lyon, aprovechando para comer y también degustar su rica gastronomía en un tradicional bouchon.
La mágica estancia en Saint-Gervais Mont-Blanc
El pueblo de Saint-Gervais Mont-Blanc tiene poco más de 5.000 habitantes y es perfecto para desconectar, pues te ofrece una tranquilidad y unos paisajes rodeados de montañas que te llenan el corazón. Por eso, pasamos 2 días enteros descubriendo hasta el último secreto de este pueblo. Un día lo dedicamos a desestresarnos aún más en las famosas termas bicentenarias, donde durante toda la mañana y en 3 horas nos relajamos con todo tipo de actividades relajantes, con sus aguas termales, saunas y piscinas tanto cubiertas como al aire libre con vistas a un espectacular desfiladero. Ese mismo día por la tarde dimos una vuelta por el pueblo y acabamos en el campo de minigolf echando una partida, al que teníamos acceso con la tarjeta "Pass Loisirs Semaine Eté".
Subida a la cima Épaule de Mont-Joly
Al día siguiente, desde Saint-Gervais Mont-Blanc, nos dirigimos a la Épaule de Mont-Joly, una cima secundaria de 2.525 metros que podíamos ver desde la terraza de nuestro apartamento. Tomamos el teleférico hasta la cima del Mont d'Arbois, a unos 1.800 metros de altitud, y desde allí iniciamos una preciosa ruta de senderismo con vistas al imponente Mont Blanc. Era fascinante ver cómo la montaña aparecía y desaparecía entre las nubes, ocultándose y revelándose a cada momento.
Megève, un pueblo y naturaleza con encanto
Dos de los días fuimos a Megève, que es un pueblo que te ofrece sitios de naturaleza pura entre montaña, agua y bosque de los que sales enamorado. Aprovechamos los tres teleféricos que teníamos a nuestro alcance para disfrutar de estampas inolvidables: las imperiosas montañas de los Alpes nevadas, cascadas que te dejan con la boca abierta y bosques donde te conectas con la naturaleza.
La reserva natural de les Contamines-Montjoie
Cuando descubres que dos tercios de todo el territorio de Les Contamines-Montjoie es reserva natural ya lo entiendes todo, por lo que ir un día a este pueblo era obligatorio. Tras subir por los dos teleféricos lo primero que vimos es el lago Roselette, que te ilumina el fondo de los Alpes y te deja con la boca abierta.
Haciendo una pequeña ruta de senderismo veíamos 360 grados todo el paisaje, con los Alpes rodeándonos y tan cerca que a veces pensaba que podías tocar sus picos con la mano. Tengo que confesar que este fue uno de mis días favoritos.
Saint-Nicolas-de-Véroce, una gran sorpresa
Y el día restante lo dedicamos a descubrir Saint-Nicolas-de-Véroce, con una ruta hasta el Refuge de Miage y desde ahí una imponente subida hasta Mont Vorassay. ¡Pasamos desde los 1.100 metros hasta los 2.300 metros de altitud! Ese día estaba bastante nublado y, durante el ascenso, apenas podíamos ver el macizo del Mont Blanc. Sin embargo, entre la niebla —también bonita y enigmática— pudimos descubrir alguna cascada realmente impresionante, acompañada por el sonido espectacular del agua.
Pero los Alpes son mágicos, y por eso, de vez en cuando, te sorprenden con su magia. Tras subir al Mont Vorassay, a más de 2.300 metros de altitud, y ver nubes por todas partes, de repente se abrieron durante cinco minutos para dejarnos contemplar el bellísimo macizo del Mont-Blanc. Fue como una actuación mágica que jamás olvidaré y que recordaré siempre: ¡pasar de ver solo niebla a descubrir algo tan hermoso! Durante la bajada, también fue impresionante ver cómo la niebla quedaba abajo del todo.
Un viaje que hay que hacer al menos una vez en la vida
Si te gusta la montaña y pasear tienes que ir a los Alpes Franceses al menos una vez en la vida. Y si no te gusta, ¡es una oportunidad única para que te empiece a gustar! Además de contemplar unos paisajes más que impresionantes, la gente francesa muestra una amabilidad tremenda, y la gastronomía está a la altura de todo ello, pues los croissants y las baguettes tienen un sabor que no encontrarás en otra parte del mundo.
Y tú, ¿cuándo piensas enamorarte de los Alpes franceses?

Por France.fr
El equipo editorial de France.fr sigue de cerca las tendencias y noticias del destino para mostrarte una Francia que innova y renueva sus tradiciones. Nuestra pasión es contar historias y descubrir los talentos que te inspirarán a explorar nuestros territorios.