Acepta un nuevo reto: rumbo hacia los Pirineos para descubrir la mítica ruta de los puertos de montaña en bicicleta. Circo de Gavarnie, lago Génos-Loudenvielle, Pic du Midi... tómate el tiempo para maravillarte. Después de todo, no se trata de correr.
Día 1: el lago de Génos-Loudenvielle
Para la primera parada de tu ruta en bicicleta, elije el lago de Génos-Loudenvielle en el valle de Louron. Planifica un picnic en la orilla, después de darte un chapuzón en el lago, ¡o continúa pedaleando con un paseo en un bote a pedales! También es posible rodear el lago a pie, gracias a los numerosos pequeños senderos que lo rodean. ¡Tráete tu cámara y protector solar! De lo contrario, siéntate cómodamente en la hierba o en un banco para simplemente admirar el panorama que ofrece el encuentro de la montaña, los bosques y el lago, en tonos beige, verde y azul. ¡Es impresionante!
Día 2: La Reserva Natural Nacional de Néouvielle con sus 70 lagos
Haz otra parada en el corazón de una de las primeras reservas naturales creadas en Francia en 1936: la Reserva Natural Nacional de Néouvielle. Debe su reputación a la belleza de sus 70 lagos y sus aguas cristalinas. Los senderistas, ciclistas y amantes de la naturaleza también se reúnen allí para admirar las crestas de granito, las marmotas y los enormes e imponentes macizos cubiertos de pinos negros. Aquí se expresa toda la riqueza y belleza de la biodiversidad de los Pirineos.
Día 3: el puerto del Tourmalet
¡Imposible pasar por los Pirineos sin parar en el Tourmalet! Este puerto es uno de los más grandes símbolos del Tour de France, conocido en todo el mundo. Tiene 2.115 metros de altitud y ofrece una vista panorámica de los valles de Bastan y Gripp. Situado al pie del Pic de Midi de Bigorre, que alcanza los 2.877 metros de altitud, este sitio excepcional domina la cordillera de los Pirineos. También puedes hacer un corto viaje en teleférico para visitar el planetario y el observatorio instalado allí. ¡Cuidado con el sol!
Día 4: el Circo de Gavarnie
Después del Tourmalet, es imprescindible hacer una parada en el Circo de Gavarnie, situado en el corazón del Parque Nacional de los Pirineos. Clasificado como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO desde 1997, por su riqueza cultural y natural, este espectacular sitio es uno de los circos glaciales más grandes de Europa. Además de sus cumbres cubiertas de nieve, el Circo de Gavarnie es famoso por su gran cascada de más de 420 metros de altura. Muchos senderistas vienen aquí para admirar los matices de la piedra, la caliza y la vegetación, pero también águilas y marmotas. Este lugar ineludible de los Pirineos es magnífico, así que date un bien merecido descanso en tu periplo en bicicleta para contemplarlo.
Día 5: El Parque de Animales de los Pirineos
¿Qué mejor manera de terminar tu épica carrera ciclista que una parada en el Parque de Animales de los Pirineos? Situado en Argelès-Gazost, alberga, en 14 hectáreas, más de 120 especies salvajes, desde osos a lobos, buitres a nutrias, perros de la pradera a íbices, ciervos a loros, sin olvidar la mascota local: la marmota. Si siempre has soñado con acercarte a las marmotas, puedes alimentarlas junto a sus cuidadores, dentro de su recinto. Con motivo de su 20º aniversario en 2019 ha creado un nuevo ecolodge, donde los visitantes pueden alojarse. Tendrás la oportunidad de despertar junto a los pequeños habitantes del parque: ¡el paraíso!
Por Sandy Pérolle
Epicúrea y especialista en estilo de vida.