Pasear en bicicleta junto a los diques y las playas, en completa serenidad: es posible gracias a unos itinerarios reservados a las bicicletas, ciclovías o carriles-bici. La bicicleta ofrece una movilidad sostenible y promete de este modo unas hermosas escapadas en familia.
Descubrir la costa francesa en bicicleta: libertad, naturaleza y seguridad
La costa de Francia invita a recorrerla sobre dos ruedas, combinando la libertad del pedaleo con el contacto directo con la naturaleza y una infraestructura pensada para la seguridad. La mayoría de las localidades costeras han desarrollado carriles bici urbanos que permiten desplazarse cómodamente entre la calzada y la acera, ofreciendo una experiencia accesible para todos.

Algunas rutas ciclistas por el litoral francés
En destinos como La Baule y Les Sables-d’Olonne, la red ciclista está especialmente bien adaptada para todo tipo de ciclistas, con rutas que serpentean junto al mar, atraviesan parques naturales y conectan encantadores pueblos costeros. Algunas de estas rutas forman parte de grandes itinerarios europeos como La Vélodyssée, que permiten descubrir la región a otro ritmo.
Para unas vacaciones activas en familia, la Vélomaritime, entre la Bahía de Somme y la Costa de Ópalo, propone 150 kilómetros de recorridos accesibles, ideales para pedalear al ritmo de los más pequeños mientras se disfruta de paisajes costeros únicos y llenos de historia.
En Normandía, una ruta ciclista de tres días por las playas del Desembarco ofrece una experiencia conmovedora y enriquecedora: un viaje entre memoria histórica, naturaleza preservada y pueblos con auténtico sabor local.
El litoral de Nouvelle-Aquitaine, pionero y referente del cicloturismo en Francia, ha reinventado el placer de recorrer la costa sudoeste en bicicleta: al ritmo de la naturaleza, en familia, sin esfuerzo ni estrés. Gracias a un relieve suave y a la antigua red de caminos utilizados por los resineros (recolectores de resina de los pinos), las localidades de Gironda y las Landas han acondicionado cientos de kilómetros de itinerarios seguros y agradables. Estos senderos, asfaltados, señalizados, sin desniveles y alejados del tráfico, se han convertido en verdaderas vías verdes. Así, es posible descubrir el paisaje entre dunas y bosques, bordear la laguna de Arcachon con sus pintorescos pueblos ostrícolas, o acercarse a grandes lagos como Lacanau o Biscarrosse, siempre a un paso de las extensas playas atlánticas.
Por su parte, la Costa Azul, con su encanto sereno fuera de temporada, invita a descubrir en bicicleta los paisajes mediterráneos a través de la EuroVélo 8, una ruta que combina clima templado, luz suave y la belleza singular del litoral provenzal.
La frase "Todo un mundo en una isla" captura perfectamente la esencia de Córcega, un lugar de belleza excepcional. Una de las mejores formas de descubrirla es en bicicleta, siguiendo una ruta GT 20 de 600 kilómetros distribuidos en 12 etapas.

Por France.fr
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