En cuanto salen los primeros rayos de sol y se prolongan los días. Antes de la llegada de multitudes y de los atascos. No corras la voz, pero la primavera es la mejor estación de la Bahía de Arcachón… sin contar las otras tres.
1 tándem + 3 bicis + 1 remolque + 6 cascos
Desde las hermosas villas de Arcachon construidas a finales del siglo XIX hasta los frescos pinares de Cap Ferret, pasando por los pueblos ostrícolas, tu tribu no podrá perderse: bastará con seguir los numerosos carriles bici. En total, la bahía de Arcachon cuenta con 15 circuitos y 220 km de rutas señalizadas: una auténtica delicia para los amantes del ciclismo.
Tú + las olas + el horizonte
Has llegado al final de la punta del Cap Ferret. La bahía de Arcachon se encuentra con el océano. Los vientos y las corrientes se aceleran. Si te apetece empezar a meditar, este es el momento perfecto para dejarse llevar contemplando el horizonte y escuchando el sonido de las olas. También hay clases de iniciación al yoga y pilates en la playa.
12 ostras × 2 enamorados
Pocas mesas, un tejadillo y unas vistas sublimes. En Cabanes de la Conche, en el pueblo ostrícola de Les Jacquets, la carta es muy simple: ostras, ostras y más ostras. Tanto mejor, porque están más sabrosas en esta temporada.
La pinaza + el picnic + los amigos
Aún no estamos en verano, pero lo parece. A bordo de una embarcación de madera denominada pinaza, podréis atravesar la bahía para llegar a la isla de los pájaros y las cabañas sobre pilotes o también al Delta de Leyre.
Emoción en vuelo + belleza de las vistas
Has llegado hasta aquí caminando por la arena. Ahora no es cuestión de volver atrás. El parapente despega y comienzas a sobrevolar la duna de Pilat, el banco de Arguin, los bosques de pinos… Una experiencia inolvidable.
Playa × (autenticidad + encanto)
Hay lugares que dan ganas de dejarlo todo atrás… Cuidado, porque el pueblo de L'Herbe es uno de ellos, con sus cabañas de pescadores, sus postigos de colores y sus adorables callejuelas, donde la playa se adivina a cada vuelta de esquina. Un lugar todavía más paradisiaco en primavera.
Orientalismo × delirio de arquitecto
Se puede visitar, por supuesto, pero es mucho mejor bordearlo en barco. La original capilla de la villa argelina, neomorisca y policromática, contrasta por su exotismo con la lengua de arena y pinos de Cap Ferret. Es el único vestigio de la obra construida por Léon Lesca entre 1865 y 1885, industrial francés considerado el fundador de Cap Ferret.
Bonitas terrazas + sosiego absoluto
A partir del mes de junio, estos restaurantes se llenan hasta arriba, pero en primavera, en las terrazas elegantes del barrio de Moulleau, solo estarás tú, tus gafas de sol y un par de famosos de incógnito.
Por Émilie Guilhen
Diseñadora-redactora y creadora editorial en París.