En el Norte de Francia, hay una región con un encanto innegable por descubrir: los Altos de Francia. Ideal para unas vacaciones en familia, ofrece una amplia gama de actividades y alojamientos para todos los bolsillos. Altos de Francia también es conocida por su riqueza cultural y su famoso arte de vivir a la francesa.
Mi hija adolescente y yo pasamos unos días en la ciudad medieval de Saint-Valery-sur-Somme, la elegante ciudad Le Touquet-Paris-Plage (donde el presidente Emmanuel Macron tiene su casa de vacaciones) y el puerto marítimo de Boulogne-sur-Mer.
Nos conquistaron los numerosos hoteles, restaurantes y actividades ecológicas que se ofrecen a las familias: equitación, vela de arena o ciclismo. Si te gustan las largas playas de arena, los pinares, el marisco, los estuarios y la vida marina, ¡este es tu lugar!
Admirar las vistas desde el hotel-restaurante Les Tourelles, en Le Crotoy
Este hotel de 3 estrellas y 35 habitaciones, que cuenta con la distinción de la etiqueta ecológica europea, está situado en la única playa orientada al sur del norte de Francia. Una auténtica puerta de entrada a la Bahía de Somme. El enfoque ecológico está omnipresente: discretas notas a los huéspedes les animan a reutilizar las toallas o a apagar las luces al marcharse. En cuanto al restaurante, sirve productos locales, como la terrina de verduras al sol con un pesto de hierbas de la bahía procedente directamente de Le Crotoy.
Lo mejor: ¡Las impresionantes vistas al mar! La pintoresca terraza domina la bahía de Somme e invita a contemplar la luz que brilla en el agua con el cambio de las mareas. Al atardecer, es simplemente mágico.
Disfrutar del marisco en Le Chatillon, Boulogne-sur-Mer
No te dejes engañar por la apariencia de este restaurante. Situado en el principal puerto pesquero de la ciudad, entre los hangares, Le Chatillon ofrece algunos de los mariscos más frescos de Francia. En su interior, banquetas de vinilo rojo, paneles de madera y velas tensadas en el techo... Todo recuerda al interior de un pesquero. Más allá de la decoración, es sobre todo el marisco lo que atrae al público a este restaurante recomendado por Gault&Millau. Marineros y estibadores se mezclan con turistas y hombres de negocios que vienen a saborear el pescado y el marisco recién capturado. El menú es asequible, con un conjunto de entrante-plato principal-postre a 28 euros. Prueba la fuente de marisco con cigalas, ostras y gambas. Una auténtica delicia del mar. Si no tienes tiempo de instalarte, también puedes pedir para llevar. Los envases son reciclables y respetuosos con el medioambiente.
Lo mejor: El marisco va directamente del barco al restaurante. ¡No encontrarás nada más fresco!
Descubrir Le Touquet-Paris-Plage en bicicleta
Deja atrás el coche y explora Le Touquet-Paris-Plage en bicicleta. La ciudad cuenta con más de 10.000 carriles bici. Puedes alquilar bicicletas en La Baleine Royale o en cualquier otra agencia de alquiler. Opta por un modelo eléctrico, fácil de manejar y que te dará mucho impulso cuando lo necesites.
Los senderos son principalmente llanos y te llevarán a los rincones más bellos de la estación balnearia. Atraviesa los bosques de pinos, el paseo marítimo perfectamente cuidado y las dunas barridas por el viento, atraviesa la ciudad (tendrás que pisar a fondo en el centro) y detente frente al faro. No dudes en tomarte un descanso. Disfruta de un almuerzo con vistas al estuario en La Base Nord, luego dirígete al centro ecuestre para dar un paseo a caballo por la playa, antes de disfrutar de una copa y una cena en el restaurante Pérard Traditions o en la brasserie Les Sports.
Lo mejor: Puedes dejar las bicicletas en el Parc naturel de la Baie de Canche para pasear por la playa y admirar las focas.
La bahía de Somme y la naturaleza vista por Maxim Marzi
Maxim Marzi rebosa entusiasmo. De niño cogía el tren de Reims a Saint-Valery-sur-Somme para reunirse con sus abuelos. Pasaba las vacaciones en familia en Cayeux-sur-Mer, donde quedó prendado de la bahía. Su abuela vivió hasta los 101 años, y él atribuye su longevidad al modo de vida local y al aire marino. En la actualidad, Maxim ofrece excursiones por la naturaleza y aprovecha sus conocimientos locales para ayudar al público a descubrir las maravillas de la bahía. Naturalista con un gran interés por la ecología, no duda en dedicar tiempo a mostrar a su grupo algunos de los milagros de la naturaleza, como las almejas que filtran el plancton y los sedimentos, o las plantas que utiliza para cocinar.
Lo mejor: Maxim te guiará a través de arroyos, arenas movedizas y arcilla, compartiendo su amor por la naturaleza y la bahía. ¡Qué aventura!
Explora sin dejar huella
Si algo he aprendido viajando por la bahía de Somme con Maxim Marzi es a "pensar en los demás". Maxim insiste en que "una playa no es sólo una playa; hay que dejarla intacta para que otros puedan disfrutarla". Y por "otros" no se refiere sólo a los seres humanos. La bahía de Somme está habitada por muchos seres vivos: gusanos de arena, aves, focas, cangrejos, almejas, berberechos, etc. Todos desempeñan un papel esencial en la ecología. A menos que observes y escuches con mucha atención, no siempre te das cuenta de que la Bahía de Somme alberga un ecosistema frágil. Disfruta de la Bahía, pero hazlo con cuidado y sin dejar huellas.
Lo mejor: Aprender a apreciar la naturaleza sin apenas afectarla.