Disfruta de Alsacia todo el año

Alsacia se vive intensamente todo el año, pero al final del estío revela sus mejores ropajes, pues la naturaleza se viste con mil colores: tonos rojos, anaranjados y amarillos aún cargados de sol.

A pie, en Segway, a caballo, en bicicleta… cuando llega el otoño la Ruta de los Vinos de Alsacia es más hermosa que nunca. Pueblos pintorescos y localidades vinícolas se suceden a lo largo de 170 km ofreciendo la oportunidad de probar los grands crus de Alsacia y descubrir sus secretos.
Las festivas vendimias permiten beber de las tradiciones saboreando una copa de vino nuevo acompañado con nueces, tocino o pan campesino. La Ruta de los Vinos permite vestirse con un delantal de viticultor, tallar, cortar, recoger y prensar la uva en compañía de personas apasionadas.
Los bosques, variados, densos, llenos de vida, cubren más de un tercio del paisaje alsaciano. En otoño, es agradable caminar sobre espesos mantos de hojas y hacerlas revolotear por los aires, mientras que un suave olor a musgo y a madera guía los pasos entre árboles centenarios.


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Además, a mediados de septiembre podrás disfrutar del bramido de los ciervos en celo y la sinfonía que crean en los bosques alsacianos o recoger castañas, setas, nueces... Los hermosos días de sol y las suaves temperaturas animan a calzarse unas botas de marcha y enfrentarse a nuevos desafíos. Mesetas, turberas, grandes robledales y hayedos, lagos… Las montañas alsacianas albergan una gran diversidad natural salpicada por granjas-posadas donde disfrutar de los sabores de la tierra. Recetas montañesas y rústicas que se pueden degustar en un chalet hecho con troncos de madera que domina el valle. Al regresar, la gamuza, símbolo de la fauna local se muestra a quienes saben tener paciencia y discreción.


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Entre la vegetación, la Villa René Lalique es una muestra del arte de vivir a la francesa. Fiel a la herencia casi centenaria de este artista visionario, hoy acoge un exquisito hotel de 5 estrellas y un restaurante con 2 estrellas en la Guía Michelin, dirigido por los cocineros Paul Stradner y Jean-Georges Klein. Romain Iltis, Mejor Obrero de Francia 2015 y Mejor Sumiller de Francia en 2012, vela una bodega excepcional y combina platos y vinos a la perfección. René Lalique fue el inventor de la joya moderna antes de convertirse en maestro de la cristalería. Con el tiempo, su nombre se ha vuelto símbolo de un savoir-faire único, sinónimo de lujo y creatividad. El museo permite admirar lo refinado de sus colecciones.

TRES IDEAS PARA DISFRUTAR DE ALSACIA

Invierno en Mulhouse

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La Navidad en Alsacia es uno de los momentos más destacados y mágicos de la región. En Mulhouse, el mercadillo de Navidad cumple con la tradición, bañado por el aroma a pain d’épice y a vino caliente y sus encantadores chalets de madera. Te derretirás ante los productos artesanales o las especialidades locales, como los célebres bredalas, pastelillos típicos. La Navidad en Mulhouse es también única: cada año, el antiguo edificio del ayuntamiento, los puestos del mercado y los escaparates se visten con una magnífica tela exclusiva, perpetuando de este modo la herencia textil de la localidad. Creada cada año por un diseñador textil local, está impresa en Alsacia y se utiliza en toda una gama de productos derivados elaborados por empresas y creadoras locales.

Primavera en Colmar

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El ambiente de Semana Santa y de primavera en Colmar ofrece multitud de particularidades. Cada año, al acabar el invierno, Colmar se llena de flores y las callejuelas con sus casas de entramado de madera acogen coloridas decora-ciones, casitas de artesanos, animales de granja..., todo ello en un ambiente musical delicioso. De la Pequeña Venecia a algunos de los emblemáticos pueblos de la Ruta de los Vinos de Alsacia como Turckheim o Niedermorschwihr, Colmar ofrece una pausa hedonista en paisajes dignos de cuento de hadas. Entre la ciudad y el viñedo, a pie o en bicicleta, se puede apreciar el latiente corazón de esta región romántica, gastrónoma y cultural. Semana Santa es una época propicia para dejarse sorprender por la fuerza emocional del célebre Retablo de Issenheim en el Museo Unterlinden.

Verano en Estrasburgo

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En cualquier época del año, Estrasburgo invita a disfrutar de la sencillez de unos momentos auténticos, concentrados en lo esencial. Su agradable estilo de vida, sus tesoros ocultos y sus lugares excepcionales prometen vivir unas experiencias únicas: desde maravillarse ante su catedral milenaria hasta descubrir los secretos de Europa en el corazón del Parlamento Europeo, pasando por caminar por sus sinuosas callejuelas o sentarse a una buena mesa…
Pero es en verano cuando ofrece todo su sabor. Tanto si eliges disfrutar del frescor de la tarde en una terraza, recorrer sus bucólicos canales en bicicleta o jugar a los marineros de agua dulce al timón de un barco eléctrico. ¡En Estrasburgo te esperan unos recuerdos inolvidables!

Cita en Alsacia