Explorar Bretaña: Un viaje por 4 lugares ineludibles de este rincón de Francia

Bretaña es apreciada desde hace mucho tiempo por sus paisajes, sus eventos culturales, su gastronomía y su rico patrimonio. En los últimos años, su compromiso con el turismo sostenible -conectar de nuevo con la naturaleza, consumir de forma local y responsable, descubrir lugares creativos y acogedores y perpetuar tradiciones arraigadas- la ha convertido en un destino popular entre las generaciones más jóvenes. Aquí tienes 4 lugares que no debes perderte en tu viaje a Bretaña.

La Gacilly

La Gacilly



Imagínate calles empedradas y antiguas casas de campo rodeadas de vegetación. Bienvenido a La Gacilly, un pintoresco pueblo del valle de Aff, famoso por su artesanía y su festival anual de fotografía al aire libre, durante el cual grandes lienzos adornan las fachadas. También es la cuna de Yves Rocher.
No querrás perderse las numerosas tiendas de artesanía tradicional: cerámica, vidrieras, metalistería y mucho más. Tendrás un montón de recuerdos locales que llevarte a casa.
No te pierdas el Museo inmersivo Yves Rocher. Una auténtica experiencia sensorial para descubrir el mundo de la marca y la historia de su fundador en las cinco salas temáticas que lo recorren.
Y si te gusta estar en contacto con la naturaleza, visita el Observatoire de la Biodiversité. Situado a menos de 5 minutos a pie de la Maison Yves Rocher, este prado de ocho hectáreas abierto al público pretende concienciar sobre la necesidad de proteger los humedales de Francia, invitando a los visitantes a descubrir la biodiversidad de la región, así como una serie de instalaciones, entre ellas una araña gigante, visita obligada durante tu paseo.
El Festival Photo La Gacilly se celebra cada verano desde 2004. Presenta a artistas de todos los ámbitos y aborda importantes cuestiones sociales y medioambientales.

Saint-Lunaire y Saint-Briac-sur-Mer

Saint-Briac-sur-Mer



Si prefieres el mar, pon rumbo a Saint-Lunaire y Saint Briac-sur-Mer. Estas dos ciudades vecinas son ideales para disfrutar de magníficas playas, donde podrás tomar clases de surf, hacer excursiones en barco o largas caminatas y disfrutar de deliciosa comida. Sus pintorescos centros urbanos están repletos de pequeños comercios, cafés y tiendas de comestibles locales, incluidas queserías, panaderías y pastelerías.
En Saint-Briac-sur-Mer, descubre el magnífico Château du Nessay, un antiguo edificio en el emplazamiento de un castillo fortificado, hoy convertido en hotel de alta gama. Su restaurante tiene una terraza con vistas al mar y sirve sabrosos platos de temporada.

Dónde alojarse
En Plouër-sur-Rance, a 40 minutos en coche de Saint-Lunaire, la pensión familiar Les Jardins de la Matz te acoge en total armonía con la naturaleza. Situados en más de una hectárea de magnífica campiña, los propietarios invitan a sus huéspedes a compartir su respeto por la biodiversidad. El personal cultiva sus propias frutas y verduras en sus huertas, y las sirve en la table d'hôtes (mesa de huéspedes).

Saint-Malo

st malo ciudad



No te pierdas una visita a Saint-Malo, una ciudad cargada de historia. Esta ciudad portuaria de la costa del Canal de la Mancha, famosa por sus fortificaciones, ha conquistado a los turistas por su gastronomía, su patrimonio, sus magníficas calles y edificios y sus playas cercanas.
Su casco histórico es el lugar perfecto para deleitar tu paladar. Desde la Maison du Beurre de Jean-Ives Bordier, conocida por su famosa mantequilla Bordier, hasta Épices Rœllinger, un mundo de especias e infusiones crudas o mezcladas procedentes de todo el mundo, También está el Babas de Saint-Malo, ideado por el chef Luc Mobihan, donde el Baba au rhum es una especialidad, y la Maison du Sarrasin, tienda de ultramarinos y salón de té donde podrás degustar especialidades elaboradas con trigo sarraceno, una semilla con múltiples beneficios emblemática de la gastronomía bretona.

Dónde alojarse
Una vez pasadas las murallas, opta por largos paseos por la playa salpicada de espigones, cientos de troncos de árboles plantados en la arena para proteger el dique de las olas. El hotel-restaurante Ar Iniz, con su excepcional ubicación en la playa, te invita a saborear su cocina mientras disfrutas de una plácida noche de sueño, arrullado por el sonido de las olas.

Parada adicional: Cancale

cancale



Si tienes tiempo, haz una parada en Cancale para descubrir los criaderos de ostras que han dado fama a esta ciudad costera. Podrás degustar todo tipo de ostras en el Mercado de Ostras, abierto todos los días del año. ¿Te apetece una galette bretona? Pasea por el paseo marítimo y elige entre los numerosos restaurantes y creperías.

Rennes

Rennes city



Capital de Bretaña, famosa por sus casas con entramado de madera de la época medieval, Rennes ofrece un ambiente relajado y moderno. La ciudad celebra el arte, la cultura y las experiencias al aire libre, con espacios, instalaciones y frescos de arte callejero que contribuyen a su encanto y dinamismo.
El casco histórico y sus estrechas calles contrastan con los espacios verdes y creativos, como la guinguette del MeM. Con entrada gratuita, es un lugar popular por la diversidad de su programación, sus espectáculos en directo y su guinguette.

Dónde comer
En la ciudad, haz una parada en 2 rue des Dames, un pequeño restaurante situado en una calle peatonal del casco histórico, que apuesta por los productos frescos, locales y de temporada y cuya carta cambia todos los días. ¿Prefieres crêpes o galettes? La crêperie Bretone, abierta en la antigua casa del famoso artista del mosaico Isidore Odorico, también merece una visita, con sus mosaicos y su decoración en tonos pastel y, por supuesto, sus deliciosas tortitas de trigo sarraceno. Un festín para la vista y el paladar.

Dónde alojarse
Si buscas un hotel acogedor y confortable, el Magic Hall no está lejos del centro de la ciudad y te sorprenderá con sus habitaciones espaciosas y decoradas de forma atípica.

Cita en Bretaña