Una gran dosis de cultura en Montpellier: grandes obras de arte y saber vivir

La soleada Montpellier se ha visto catapultada al superestatus artístico con la inauguración de MoCo (Montpellier Contemporáneo), un «ecosistema» artístico que reúne tres importantes instituciones para traer a la ciudad un amplio y diverso abanico de arte contemporáneo, además de apoyar y formar artistas.

ZAT: Cien artistas en la ciudad

La ZAT (zona artística temporal) presenta obras de arte en espacios públicos y en 2019 pasó de ser un evento de fin de semana a un festival artístico de siete semanas con la participación de cien artistas (locales, nacionales e internacionales) con motivo de la inauguración del nuevo centro de arte de MoCo, el Hotel MoCo de las colecciones, donde se expondrán colecciones públicas y privadas procedentes de todo el mundo. La ZAT ha resultado ser un enorme éxito y consolida la posición de Montpellier como una de las principales ciudades artísticas de todo el mundo. Desde obras de arte interactivas como un túnel de pinzas de ropa gigantes en un patio donde se te anima a añadir una o dos pinzas a una instalación de bolas de discoteca en una capilla medieval o un inteligente juego de palabras en la ventana de una tienda Monoprix.
¡Estoy deseando ver qué harán el año que viene!

Una comida con buen ambiente en MoCo La Panacée

La Panacée es una de las tres instituciones que componen MoCo. Situado en el histórico Colegio Real de Medicina, se centra en el arte emergente. Sus exposiciones son provocativas, emocionantes y en ocasiones algo desconcertantes, pero siempre fascinantes. Es el lugar perfecto para almorzar y disfrutar del arte libre. El restaurante cuenta con un interior de arquitectura elegante y una terraza a la sombra. Es muy moderno y está lleno de lugareños que aprecian el menú económico, los fabulosos productos frescos locales y el hecho de que se pueden tomar prestados los libros de las estanterías. A los niños también les encanta, porque disponen de juguetes y juegos para entretenerse. ¡Solo tienes que asegurarte de que los recojan cuando acaben! El domingo por la mañana, no te pierdas su fabuloso «brunch». Ese es el único día en que no se pueden hacer reservas, por eso conviene ir temprano para coger mesa.

Museo Fabre

Fundado en 1828 por el artista François-Xavier Fabre en lo que era su hogar y galería, este enorme museo cuenta con una fabulosa colección de más de 800 obras que se remontan a diferentes siglos atrás. Estas instalaciones han ido ampliándose con el paso de los años y en la actualidad ocupan tres edificios. Habitualmente, colabora con el Louvre en intercambios de exposiciones y todos los años presenta exposiciones temporales. No te pierdas las monumentales y provocativas obras de Pierre Soulages, uno de los principales artistas franceses vivos. Puedes pasar fácilmente medio día recorriendo este museo, cuyo interior resulta hermoso y fresco en los días de calor.

Una ciudad hecha para caminar

Montpellier está dividida en dos partes: la ciudad vieja y la nueva. Ambas destacan por su belleza, pero la ciudad vieja es la parte que atrae más visitantes a su laberinto de accidentadas calles adoquinadas, engalanadas con banderitas de colores y bordeadas con elegantes tiendas, galerías de arte, bares, cafeterías y restaurantes. Contrata una visita guiada en la oficina de turismo y descubre los secretos de la ciudad a medida que disfrutas de las bellas calles y el arte urbano. No te pierdas el colorido trampantojo de la plaza Édouard Adam o la ilusión óptica de la plaza de Saint-Roche, que desafía nuestros sentidos con un reflejo de la iglesia situada frente a ella. También hay algunos lugares secretos como la calle Rocher, que ha sido orgullosamente decorada por los residentes. ¡Ponte calzado cómodo y comienza a explorar!

Bares de moda en Montpellier

En esta ciudad llena de vida, no faltan bares entre los que elegir. Si buscas un bar de ambiente relajado y una gran carta de vinos, la vinoteca L’Atelier en la plaza de la Canourgue es difícil de superar. Muy concurrida por la gente del lugar, los turistas raramente encuentran esta romántica plaza, la más antigua de Montpellier, desde donde se puede disfrutar de una maravillosa vista de la catedral de San Pedro. Para el más absoluto glamur, la terraza del hotel Mercure y su patio de frondosa vegetación ofrece un lugar perfecto para disfrutar de un aperitivo (no es necesario estar alojado allí). Toda visita a Montpellier debe incluir la plaza de la Comédie, el corazón vivo de la ciudad, apodado L’Œuf (el huevo) debido a su forma ovalada. Aquí podrás encontrar el Café Riche, una institución tanto para los lugareños como para los turistas, y también un lugar perfecto para ver a la gente pasar.

Sitios para comer

Auténtico: Halles Laissac
Los aficionados a los mercados adorarán el mercado cubierto Halles Laissac, que se inauguró a finales de 2018. Con su vibrante cúpula de vidrio de colores diseñada por un equipo de estudiantes y profesores de la Escuela Superior de Bellas Artes MoCo, este emporio gastronómico abre todos los días. Aquí encontrarás una deliciosa variedad de comidas que van desde macarrones elaborados por un maestro pastelero a quesos, especialidades corsas, productos de charcutería y pan recién horneado. También cuenta con un bar. Una de las mejores cosas de Halles Laissac es que puedes comprar la comida para cenar en las propias mesas y sillas del interior o exterior y disfrutar del pícnic de mercado perfecto.

Moderno: Café Joseph
El café Joseph de la plaza Jean Jaurès es una visita obligada en el centro de Montpellier. La gente del lugar lo conoce como café Jo y abre todos los días de la semana (muchos restaurantes cierran los domingos y los lunes). Los camareros van de un lado a otro, cargados con bandejas de platos cuyos aromas sin duda excitarán nuestras papilas gustativas. Es un buen sitio para comer e incluso mejor para cenar, cuando las luces centellean sobre las cabezas de los comensales, los artistas callejeros realizan sus números en la animada plaza y el aire está cargado con el sonido de charlas alegres. Aquí puedes sentir esa sensación especial de la que solo puede disfrutarse cuando estás de vacaciones y totalmente relajado. Un lugar ideal para ver la gente pasar y donde el menú es excepcional: los platos son perfectos para los días y noches de verano (las tapas y las ensaladas están especialmente deliciosas), y la lista de cócteles es irresistible.

Encantador: La Place
En una diminuta plaza oculta en las callejuelas de Montpellier, la plaza Saint-Ravy es un imán para quienes conocen los secretos de la ciudad. Aquí se encontraba otrora el palacio de los reyes de Mallorca, que siglos atrás eran también los Señores de Montpellier, pero ahora los edificios medievales se han convertido en restaurantes como La Place. Las mesas se colocan en torno a una tintineante fuente y nos ofrecen un espacio ideal para sentir la antigua Montpellier a la vez que disfrutamos de unos platos absolutamente deliciosos. Aquí conocí la Pac a l’eau, una refrescante limonada con sirope producida en el sur de Francia que es el refresco perfecto para los días largos y calurosos. Subiendo las escaleras, los frescos techos abovedados de piedra de La Place ofrecen una zona íntima para cenar, pero la terraza es una mejor opción cuando el tiempo lo permite.

Sitios para alojarse: hotel Oceania Métropole

El legendario Hotel Oceania Le Métropole abrió sus puertas en Montpellier en 1858. Desde entonces ha vivido varias reencarnaciones, la última en 2016. Pese a ser completamente remodelado, el hotel mantiene los rasgos de la Belle Époque que siempre han deleitado a los huéspedes, a la vez que las mejoras lo han convertido en un alojamiento realmente lujoso. Su exótico jardín con piscina y jacuzzi rodeados de palmeras es el lugar perfecto para desconectar después de un día de turismo. Pese a encontrarse a un par de minutos de la plaza de la Comédie y la estación de ferrocarril de Montpellier, este hotel ofrece un ambiente tranquilo desde que ponemos un pie en su interior. Las habitaciones están magníficamente decoradas con estilo contemporáneo y son tan cómodas que invitan a remolonear en cama. Cuenta con un precioso bar de estilo inglés que resulta perfecto para el atardecer.

Cita en Montpellier, en Occitania