Senderismo en Grande Terre, en Nueva Caledonia

Nueva Caledonia dispone de multitud de senderos y pistas que se pueden recorrer a pie, en bicicleta de montaña o a caballo. Desde una hora a varios días, entre amigos o en compañía de un guía, ¡las posibilidades son infinitas!

Explorar una biodiversidad poco habitual

Para los amantes de las vacaciones activas, de naturaleza y en un entorno natural conservado, Nueva Caledonia es un auténtico paraíso terrenal. El territorio acoge una biodiversidad excepcional (la quinta del mundo en riqueza biológica), así como relieves montañosos que alternan sabanas y selvas tropicales.
Este destino dispone de multitud de senderos y pistas que se pueden recorrer a pie, en bicicleta de montaña o a caballo. Desde una hora a varios días, entre amigos o en compañía de un guía, ¡las posibilidades son infinitas! Los variados paisajes están recorridos por circuitos de senderismo: El GR NC1 al sur y el GR Nord desafían a aguerridos deportistas venidos de todo el mundo.
Valles de un color verde intenso, bosques de araucarias y helechos arborescentes, sabanas de niaoulis, bosques de arillastrum gummiferum y kauris albergan una fauna endémica. Los senderistas más atentos podrán ver pasar al kagú (un pájaro que ladra y no vuela) y al zorro volador (una especie de murciélago), ambas muy protegidas.

Pasear por Grande Terre brinda también la oportunidad de conocer a la población kanak y a veces de ser recibido en la tribu para familiarizarse con las costumbres locales. Varios guías melanesios ofrecen incluso una iniciación en los secretos de las plantas medicinales de la isla.