Un viaje de reyes por los Castillos del Loira

El Valle del Loira tiene más de 1.000 castillos en el curso medio y bajo del río. En esta vía fluvial, que recorre lugares de ensueño, arquitectura y arte se funden en perfecta armonía.

Hacer una ruta por los Castillos del Loira es sumergirse en la Historia de Francia. El Loira serpentea por unos paisajes llenos de encanto hasta llegar al Atlántico que lo recibe tras un viaje de más de 1.000 kilómetros. A ambos lados de esta arteria fluvial se levantan algunos de los castillos más elegantes de Europa. Y es que 280 km del Valle del Loira (entre Sully-sur-Loire y Chalonnes) están inscritos como paisaje cultural vivo en el Patrimonio Mundial de la Unesco. En este artículo se ha realizado una selección de 23 castillos de las regiones de Centro-Valle del Loira y Loira Atlántico que representan la grandeza de uno de los destinos turísticos más visitados de Francia.


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La ruta comienza en el imponente castillo medieval de Sully-sur-Loire, por el que pasaron personajes emblemáticos de la historia francesa como Juana de Arco, Luis XIV y Voltaire. La siguiente parada es Chambord, quizás la fortaleza más espectacular del Valle del Loira. Este edificio cuenta con un jardín de 5.400 hectáreas, el mayor parque forestal cerrado de Europa. Chambord se puede visitar con el Histopad, y también desde el agua con barcos eléctricos o barcas de remos. Muy cerca se alza la fortaleza de Cheverny, que sirvió de inspiración al dibujante Hergé, autor del cómic Tintin, para crear el castillo ficticio de Moulinsart. Cuenta con un museo dedicado a las aventuras de este reportero intrépido. A continuación, la majestuosidad del castillo de Blois hace su aparición. Diez reinas y siete reyes se alojaron en este edificio que, por su diversidad de estilos, es un verdadero compendio de la historia de la arquitectura francesa.

Leonardo da Vinci y Amboise

Tanto el Castillo Real de Amboise, donde está enterrado Leonardo da Vinci, como su vecino Clos Lucé, están vinculados con el genio del Renacimiento. Amboise propone unos almuerzos sobre la hierba del parque durante veladas con pícnics panorámicos, mientras que el castillo del Clos Lucé acoge hasta el 20 de septiembre una exposición sobre el cuadro San Jerónimo, una obra inacabada del artista florentino cedida por el Museo del Vaticano.


Chaumont-sur-Loire



Siguiendo el curso del Loira se llega al siguiente castillo, el de Chaumont-sur-Loire. Desde 1992 acoge el Festival Internacional de Jardines, verdadero laboratorio de la creación paisajística. Este certamen, que cerrará sus puertas el 6 de noviembre, ha llegado este año a su trigésima edición y tiene como temática El Jardín Ideal.

Los afluentes del Loira también tienen su protagonismo en esta ruta. A orillas del Cher se alza el castillo de Chenonceau, el castillo de las damas, que está en perfecta simbiosis con el agua.

Un castillo con regusto español

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Los jardines del castillo de Villandry son mágicos y no tienen igual. Esta propiedad de la familia Carvallo, de origen español, ha seguido los códigos del Renacimiento para la creación de sus parterres. Asimismo, los de Villandry son los primeros jardines ecológicos sin pesticidas de la Unión Europea y con la etiqueta LPO (Liga de Protección de las Aves). Siguiendo el curso del Loira aparece el puente levadizo del Castillo de Langeais donde tuvo lugar la boda entre Ana de Bretaña y Carlos VIII. Una nueva escenografía inmersiva describe este enlace matrimonial que marcó la historia de Francia.


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A continuación, la Fortaleza Real de Chinon, lugar del encuentro entre Juana de Arco y Carlos VII, se alza en medio de los viñedos de la ribera del río Vienne, otro de los afluentes del Loira. Una actividad imprescindible es hacer una ruta a bordo de un barco tradicional con fondo plano, utilizado para la pesca o el transporte de mercancías.


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El Castillo de Rivau, también cerca del río Vienne, es considerado una joya dedicada al arte contemporáneo: sus jardines albergan obras y exposiciones interesantes.


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Pero si hablamos de alhajas de gran valor, el Castillo de Azay-le-Rideau se lleva la palma. De ella el escritor universal Honoré de Balzac dijo que era como un diamante engastado sobre el río Indre. Es el lugar ideal para hacer una cata de vinos blancos y rosados de la denominación de origen de Touraine Azay-le-Rideau.
La siguiente construcción es la Ciudad Real de Loches, una obra maestra de la arquitectura militar del siglo XI que funcionó como cárcel hasta el año 1926. A continuación, el castillo de Valençay, que fue residencia del diplomático francés Talleyrand, acoge fantásticas colecciones y un majestuoso parque de 53 hectáreas.

Rumbo hacia Loira Atlántico

En Loira Atlántico se encuentra Montsoreau, el único castillo del Loira construido en el cauce del río y también el más moderno. Hoy en día acoge un museo de arte contemporáneo. A pocos kilómetros, la abadía de Fontevraud alberga un centro de arte contemporáneo, un hotel de diseño y un restaurante con estrella Michelin. Los viñedos del Loira nos llevan hasta Brézé, un castillo especial ya que, bajo su armadura de piedra, esconde la mayor fortaleza subterránea de Europa.
En Saumur, la Ciudad Blanca, está el castillo-palacio de los Duques de Anjou que pasó por mil y una peripecias antes de ser protegido por el sello de Monumentos Históricos. Muy cerca, el Cadre Noir y su Escuela Nacional de Equitación, recuerdan que su arte ecuestre se remonta a finales del siglo XVI.


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Siguiendo la ruta por el antiguo ducado de Anjou se encuentra el castillo de Brissac, el más alto de Francia, una fortaleza que pertenece desde hace cinco siglos a la familia Cossé-Brissac. El decimotercer duque de Brissac sigue viviendo allí y cuida su patrimonio con esmero.


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El castillo de Angers custodia una de las obras medievales más valiosas: el Tapiz del Apocalipsis, el mayor de época medieval. La última fortaleza de esta ruta (o la primera si la hacemos a la inversa) es la de los Duques de Bretaña, en Nantes, un castillo que alberga, además, el museo de historia de Nantes con una escenografía totalmente contemporánea.

Visita el Loira a lo troglodita

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Una de las experiencias más singulares que ofrece el Valle del Loira es visitar las casas y poblados trogloditas excavados en la toba, la roca blanca que sirvió para construir los castillos. Algunos de los más insólitos son el pueblo de Trôo, cerca de Vendôme, el poblado de Turquant, en la comarca del Saumurois, y el recinto de Doué-la-Fontaine. Las cuevas trogloditas funcionan también como bodegas, ya que rara vez la temperatura supera los 14 grados, y como lugar de cultivo y producción de champiñones. Asimismo se han creado hoteles excavados en la roca como el Troglododo en Azay-le-Rideau, el Domaine des Hautes Roches en Loches o el establecimiento La Demeure de Vignole, en Turquant.

Los más bellos jardines de Francia

El Valle del Loira también recibe el nombre de El Jardín de Francia por la belleza de sus 130 jardines y parques. El arte de los jardines se desarrolló y alcanzó su apogeo durante el Renacimiento y los castillos franceses lo hicieron suyo. En la actualidad, numerosos profesionales del Valle del Loira han ideado nuevos vergeles y han propuesto actividades singulares en estos parterres como pícnics astronómicos, recogida de flores silvestres además de visitas guiadas o botánicas. Podrás disfrutar de una gran variedad de jardines: sean formales (en Villandry), románticos (en Amboise), abastecedores (en Chambord) o creativos (en el Jardín de Plantas de Nantes), todos merecen una visita y todos te encantarán.

Cita en los Castillos del Loira