Sugerencias para disfrutar de la Martinica en familia

El clima antillano es más propicio entre los meses de marzo y abril. Martinica goza de un clima tropical. Las noches son suaves y es muy raro que los termómetros desciendan de los 20 °C junto a la costa. Durante el día, el mercurio suele oscilar entre los 23 °C y los 33 °C en función de la temporada y la exposición solar.

Algunas ideas para disfrutar Martinica en familia

Senderismo en el volcán: su naturaleza montañosa exótica resulta especialmente idónea para practicar senderismo suave, tanto a pie como en bicicleta, a través de las laderas del pico Carbet, del volcán del Monte Pelée y demás cimas.

Descensos sencillos: los torrentes, de agua menos fría que en las montañas, permiten realizar numerosos y sencillos descensos para que todas las generaciones practiquen el barranquismo.

Un túnel de agua: la cascada Didier, cerca de Fort-de-France, es ideal para niños y niñas de 8-9 años: un agradable paseo con un toque deportivo. ¡Algunos pasos se realizan a través del agua y es necesario cruzar un túnel para llegar hasta la cascada!

Kayak sobre aguas turquesas: los Baños de Josefina, en la bahía de François (sur de la Martinica), pueden ser el escenario natural de un maravilloso paseo en kayak a lo largo de la extensa franja de arena fina, sobre los fondos blancos y las aguas turquesas de una transparencia increíble.

Una casa colonial para la historia de la esclavitud: la Fundación Clément propone un agradable paseo en familia por la finca que rodea una auténtica casa colonial. A través de los paisajes y los lugares históricos se va narrando la historia colonial, la esclavitud, el patrimonio criollo y el papel esencial de la caña de azúcar.

La erupción de un museo
La erupción del Monte Pelée que destruyó la ciudad de Saint-Pierre, causando 26.000 víctimas, es parte integral de la historia de la Martinica. El Museo Vulcanológico Franck Perret rinde homenaje a esta catástrofe a través de numerosos testimonios fotográficos.

El comercio: esclavos por mercancía: las ruinas del Castillo Dubuc, en el centro de la península y reserva natural de la Caravelle, cerca de Trinité, evocan la época del comercio “triangular” entre las Antillas, Europa y África: esclavos por mercancías.

Ingrediente para un cóctel: por su parte, el molino de caña propiedad de la familia Jouan, en el Morne Bois (cerca de Lorrain), es el último de su estilo que queda en la isla. En él se sigue fabricando artesanalmente sirope de caña, un jugo de caña concentrado que se emplea para endulzar cócteles.

Casas tradicionales y flores tropicales: el Barrio de La Ferme, en los campos de Trois-Ilets, nos transporta a la Martinica de antaño: un parque de dos hectáreas muestra casas tradicionales tal y como eran en 1900. Un estanque nos permite admirar la abundancia de flores tropicales: heliconias, bastones de emperador, alpinias, etc.

Paseo por el paraíso: ¡Y no se puedes perder el jardín de Balata! Único en todo el Caribe, descubrir este edén a través de los puentes suspendidos entre gigantes caobas es un verdadero regalo para los ojos.

Alojamientos

Villa-residencia Pierre y Vacances de Sainte-Luce, con su club para los más pequeños.

El Club Med “Les Boucaniers” en Martinica ofrece una estancia deportiva y animada con un planteamiento todo incluido.

El Airstream Paradise Resort & Bungalow Park te dará la bienvenida en Sainte-Anne, en el extremo sudoriental de la isla de la Martinica. Una experiencia única e insólita, propia de una película de Hollywood.

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