Sabores exóticos y veladas animadas, el Burdeos secreto de Pauline Masgnaux

Sabes dónde encontrar el mejor cheese-cake y dónde buscar nuevos muebles. Pauline Masgnaux, autora de "Aimer Bordeaux (Amar Burdeos)", te lleva a descubrir su ciudad... y que se te haga la boca agua.

Disfrutar de cada momento

En Burdeos, como buenos sibaritas, disfrutamos saboreando cada instante. Los sábados, me gusta pasear por la parte antigua de la ciudad, en los alrededores de la rue Neuve, que también alberga la casa más antigua de Burdeos, construida en el siglo XIV. En la actualidad, la zona está llena de pequeñas boutiques independientes como la joyería Apache (Enlace externo) o la tienda de moda urbana Rayon Frais (Enlace externo) . Suelo concluir mi paseo en la place Fernand Lafargue__.

Sabores llegados de lugares lejanos

Si te gustan los sabores exóticos, ¡aquí tendrás el plato lleno! Umami para los ramen, Épicerie Bordelaise para los bobùn (y no te olvides de pedir su cheese-cake, la mejor de Burdeos), Santosha (Enlace externo) para platos típicos tailandeses en la terraza...

Luego llega el momento de digerir todo esto en Darwin (Enlace externo) , un espacio alternativo que alberga una tienda de productos bio, start-ups ecorresponsables y tiendas ecológicas__. Si no tienes tanta energía (Darwin está muy lejos del transporte público más cercano, por lo que tendrás que venir andando o en bicicleta), siempre puedes tomar el BatCub (Enlace externo) en Quinquonces. Por el mismo precio que un billete de tranvía, puedes cruzar el Garona en barco hasta su margen derecha.

Al anochecer, tras pasar un apacible día en Darwin, suelo ir a ver la puesta de sol a Guinguette chez Alricq (Enlace externo) , abierto en verano, un lugar sin pretensiones con excelentes vistas de la ciudad. Hay tiempo para picar unas tapas antes de asistir a los eclécticos conciertos que tienen lugar todo el verano.

Para todos los gustos

El domingo, la cita ineludible para cualquier bordelés que se precie está en el barrio de Saint-Michel. El mercado de pulgas todavía se celebra en la plaza, pero también puedes ir a explorar las tiendas vintage de la zona como Le Passage Saint-Michel.

Un poco más lejos, el mercado de los Capuchinos (Enlace externo) es la opción obvia para los más sibaritas, un lugar en el que los noctámbulos pueden comerse un entrecot a las 5 h de la mañana, pero también el sitio perfecto donde quedar con la familia y los amigos para disfrutar de sus restaurantes. Para el postre, nunca puedo decir que no a los pasteles de Michel Mabelle (Enlace externo) , una acogedora cafetería enclavada en este barrio: ¡hacen los mejores pasteles de Burdeos!

Al final del día, cuando el color del cielo se torna rosa, algo habitual en Burdeos, me gusta quedar con mis amigos: mi sitio favorito es la Place du Palais, pero la Place Camille Julian y La Place Eglise Saint-Pierre también son perfectas para tomar una limonada. Te puedo asegurar que la Bella Durmiente se ha despertado y que no dejará de sorprendernos en los próximos años.

Cita en Burdeos