Me olvidé de probar las especialidades locales de Tours: fouaces, poires tapées...

Cuando llegamos a la ciudad, era la hora del almuerzo. Casse Cailloux, un establecimiento situado bastante cerca de la estación de tren, era un lugar recomendado. Una buena opción: la cocina francesa contemporánea nos venía al pelo. Tomamos una terrine de ciervo salpicada de calabaza butternut de primero, seguida de cordero (con hueso) braseado con heno y patatas nuevas, queso de cabra local (chèvre) para terminar con una tarta sablé de arándanos como postre, acompañado de una copa de burbujeante Vouvray. ¡Délicieux!

Casse Cailloux - 26 Rue Jehan Fouquet

Después de comer, pusimos rumbo al Hôtel Goüin (que lleva el nombre de la adinerada familia que lo adquirió en 1738). La increíble mansión fue construida en el siglo XV y su sótano todavía contiene vestigios galorromanos. Vintage de verdad. ¿Queda mal decir que parecía como salida de Disneyland Paris? Debería ser al revés, pero…

Hôtel Gouin - 25 Rue du Commerce

Echamos un vistazo al CCCOD (Centre de la Création Contemporaine Olivier Debré), un espacio de exposiciones y centro de arte contemporáneo, situado en la Place Francis I, en el casco histórico de Tours. Su estilizado diseño es obra de Francisco y Manuel Aires Mateus, un estudio portugués de arquitectura. Debido a que no cuenta con una colección permanente, es más un lugar de experimentación artística contemporánea, donde se organizan en torno a 3 o 4 exposiciones temporales cada año (ya ha expuesto la obra de artistas como Kader Attia, Daniel Buren, Claude Lévêque, François Morellet y ORLAN).

Centre pour la Création Contemporaine Olivier Debré (CCCOD) (Enlace externo) - Jardin François 1er

Decidimos explorar la céntrica Place Plumereau, en el casco antiguo de Tours. La plaza, de gran belleza, está rodeada de casas con entramados de madera del siglo XV, todas ellas declaradas monumentos de interés histórico. Cada aperitivo debe estar rodeado de patrimonio, así que entramos en una cafetería. Charlamos con algunos residentes, que nos contaron que el lugar donde estábamos sentados recibía el sobrenombre de «Place Plume». Y, al parecer, a ellos se les conoce con el nombre de «Tourangeaux». ¡¿A ver quién puede pronunciar eso?!

Hora de cenar en QG. La comida inspirada en la cocina «neo-bistro» estaba elaborada con productos fresctos y de temporada de proveedores locales. Pedimos terrine de hígado de pollo con compota de ciruela y pepinillos caseros, tatin de morcilla, conejo relleno... todo regado con una botella de buen vino tinto de Tours, como es natural.

Restaurant QG - 19 Place du Grand Marché

Decidimos pasar el día junto al río. Cruzamos el Pont Wilson, un puente del siglo XVIII sobre el río Loira. Debe su nombre al presidente norteamericano Woodrow Wilson, para honrar la participación de su país en la I Guerra Mundial; en Tours, había una importante base militar estadounidense. (… Más tarde descubrimos que el puente se ha desplomado varias veces en el pasado, lo que no resulta demasiado tranquilizador. ¡Ahora parece bastante sólido!)

No detuvimos en La Guinguette, en las orillas del río a los pies del Pont Wilson, para comer algo y disfrutar de su ambiente relajado y desenfadado. Su programa cultural es bastante ecléctico: talleres, cine, actuaciones de DJ. A diferencia de la mayoría de los establecimientos franceses, La Guinguette permanece abierto todos los días de la semana de mayo a septiembre (desde las 11:00 hasta la medianoche), ¡lo que resulta muy conveniente!

Guinguette de Tours sur Loire - 1 Quai de la Loire

Hicimos una parada en Place Anatole France, junto al Loira, para dar un paseo en las tradicionales embarcaciones de madera con fondo plano (con capacidad para 12 o 30 personas). ¿Quién no disfruta con una excursión por el río?

Paseos en barco por el Loira (Enlace externo) - billetes a la venta en la oficina de turismo 78-82 rue de Bernard Palissy

En general, nos encantó la mezcla de historia, diversión acuática y cocina moderna. Sabemos que tendríamos que haber probado las «fouaces» y las «poires tapées», pero sinceramente ni siquiera las echamos de menos.