Alojamientos insólitos en las estaciones francesas

Amante de la naturaleza, aventurero o romántico, vive un momento mágico en un entorno nómada: al pie de las montañas en una burbuja, en una cabaña de cazadores, en una yurta mongol, en un tipi, un igloo... Para una estancia o fin de semana en la montaña, demuestra tu originalidad alojándote en un lugar insólito.

En Kotas, típicas de Laponia

Viaja al corazón de Escandinavia en la meseta de Beille en los Pirineos, a 1800 metros de altitud. El pueblo de Angaka se compone hábitats kotas del norte (chalets en madera típica de Laponia finlandesa), cabañas de cazadores, yurtas mongolas, tipis: a cada uno su alojamiento - por supuesto climatizado- con una estufa de leña..

En un barril finlandés

Cambio de ambiente en Auvernia, a 7 km de la estación de Lioran tanto en verano como en invierno podrás dormir en un barril finlandés de 4,5 metros de largo, acondicionado para 2 personas. Y disfrutar también de sauna, construida también en un barril.

La montaña en una burbuja

¿Alguna vez soñaste con vivir en una burbuja? La estación de Combloux (Alta Saboya) propone dormir en una enorme burbuja transparente, frente al majestuoso Mont Blanc, en el borde del bosque. Uno se duerme mirando las estrellas o los copos de nieve desde la cómoda y acogedora cama de 160 cm. También puede organizar una cena romántica con un chef.

Colgado en cabañas

En medio de pinos silvestres, fresnos y hayas y majestuosos abetos, seis cabañas colgantes en los Vosgos, próximas a la estación Gérardmer. Las 6 cabañas de Nids des Vosges son para parejas y familias de hasta 6 personas. El lujo es tener agua corriente, ducha interior y una zona reservada exclusivamente para los niños. Noches extraordinarias te esperan en estas acogedoras cabañas en el medio del bosque.

Espíritu nómada en una roulotte

El espíritu nómada sopla del lado de los Loges de Coinchet cerca de la estación de Les Rousses en el Jura. Coloridos, estan roulottes auténticas ofrecen un verdadero cambio de escenario: una roullete para la zona de comedor y una segunda para el resto (hasta 4 personas). También disponen de cabañas en los árboles y cabañas de cazadores para las noches encantadas al borde del bosque.

Refugio en un iglú

La tendencia son los Pueblos Iglú. Los más sorprendente se encuentran a los pies del glaciar de Meije, en los Altos Alpes, a 3.200 metros (acceso en teleférico). El iglú, cómodo, está equipado con colchones, edredones e iluminación. Después de sueños bajos las estrellas, se desciende por caminos fuera de pista. En La Plagne, en Saboya, un campo de iglús acoge a los huéspedes con bebidas calientes.

Al calor en un Pod

El Pod es ideal para los amantes de los grandes espacios abiertos. Con su forma particular, se trata de una cabaña de madera que parece un iglú cuando está cubierta de nieve. A 2.150 metros sobre el nivel del mar, el Chalet-Hotel Montana, ubicado en el corazón de la zona de esquí de Aussois (Saboya), propone alojamientos a aquellos que buscan estancias insólitas en tres Pod eco-construidos. Acceso exclusivo en telesilla.